La novia de la víctima del crimen del cibercafé de Zaragoza, Claudia Pita, fue la protagonista de la vista oral celebrada ayer, a pesar de que evitó estar presente y declarar como testigo. Varias amigas suyas aseguraron que esta mujer les dijo que hablaba con Rubén Joaquín F., cuando en realidad ya había sido asesinado.

Una de ellas, Rosanna C., manifestó ante los magistrados de la Audiencia Provincial de Zaragoza que ante el hallazgo del cadáver ella le afirmó que no era así, que acababa de hablar con él. "Me dijo desde el primer día que le eché en falta --un mes tardó en descubrirse el asesinato-- que estaba de viaje en Ecuador", destacó.

El relato de esta mujer también sorprendió a los presentes, ya que dejó entrever que podía haber algún tipo de relación entre ella y el acusado Abdel Roca porque "me dijo que se había ido con él a Madrid y que estaba muy contenta con él". Un encuentro que fotografió la Policía Nacional durante la investigación del caso.

Que esta mujer y Roca se veían antes de este fugarse, según las pesquisas, también lo señaló la que limpiaba la casa del fallecido. "Los vi un día comer juntos y él me dijo que me fuera, que me callara, pero que no me iba a pagar por el silencio", apostilló, mientras admitía que no sabía muy bien a qué se refería.

Más allá de las dudas contra esta mujer, que está en paradero desconocido, resaltó también la declaración de un hombre, quien afirmó que días posteriores a la muerte --10 de junio del 2011-- vio como los encausados, Abdel Roca y José Manuel Hurtado, descargaban el material con el que supuestamente confeccionaron el sarcófago de hormigón con el que pretendían ocultar el cadáver.

El resto de declarantes apuntaron que Rubén Joaquín F. no era de prestar sus coches ni el maletín de joyas que siempre llevaba, como tratante que era. De esta forma, confirmaron el móvil del robo con extrema violencia.

Hoy se sabrá si Fiscalía y el abogado Juan José Serra mantienen las penas de entre 24 y 30 años de prisión. Por su parte, Ignacio Pérez Santander y Eloisa Gimeno piden la absolución.