Las Novias dicen "sí, quiero"

POR ENRIQUE LAFUENTESi ellos hubieran tenido que cantar una entradilla para inaugurar esta sección, esta hubiera comenzado con número... 22 años después de que soñáramos en blanco y negro cómo robar el cielo, nuestro eterno romance con Las Novias llevaba ya tres años de inercia esperando ansiosos una mítica noche de directo con este nuevo álbum Invicto. Álbum ya elogiado por fieles y crítica, pero necesitado del refrendo de una sala llena hasta la bandera. El 8-N fue la fecha elegida como inicio del esperado tour en Zaragoza, su casa, donde deseaban reavivar la comunión fetiche del auténtico espíritu del rock junto a sus incondicionales.Toño, Pedro y Óscar llegaron a la centenaria sala Oasis de la capital a las cinco de la tarde, como los toreros en capilla, junto a las dos nuevas incorporaciones de esta gira: Nacho Serrano (de Niños del Brasil y productor del novísimo Invicto, en sus Estudios Atmósfera, de Zaragoza) y el batería Germán Arenaz (anteriormente, en la formación jazzística del recientemente desaparecido compositor Coco Fernández). El quinteto, sin histrionismos de divo caprichoso, pisaba escenario esperando la prueba de sonido... Ayudando a técnicos y montadores, conversando con algún amigo del gremio como Mario, cantante de Cube o el guitarrista David Mas, mientras Álex Villar, el productor José Enguita y el fotógrafo Ángel Getan, tomaban posiciones para grabar.El ensayo engrasó los flecos y Nacho quiso acudir a la fiesta preconcierto en La Alquimia, cuartel general de muchos rockeros, donde los fieles de Las Novias ya comenzaban a concentrarse al amparo de David, Gabi y Santi Rex, anfitriones de una peregrinación que se adivinaba ya numerosa y emocionante.A las nueve, volvimos a la Oasis para no perder ni un segundo de la liturgia de camerino. Nacho profundizaba su mirada ante el espejo mientras, como Toño calificó más tarde en la presentación del grupo, las "insultantes y exultantes" melenas de Óscar y Pedro paseaban ya libres. Toño vestía ya sus dedos y muñecas, señal inequívoca de que se acercaba la hora de reencontrarse con su público. Germán daba repaso mental a sus notas rítmicas con la seriedad responsable de quien debuta con leyendas vivas de nuestro rock... La sala ya hervía y Las Novias rompieron la ausencia del trienio con Invicto, auténtica declaración de intenciones.Las Novias volvieron a hacerlo, volvieron a reinar con un poderoso directo inmortalizado entre muchísimos por el genial fotógrafo Indio Juan Moro, y volvieron poderosos a avivar la llama del romance para futuras citas. La próxima, el 22, en la Lemon de Madrid, donde tantos les seguirán... Tantos como la fiel Ray, Edu Mecanismo, Twigg y Sole, los Depeche Mode Club Zgz... Tantos de las noches de la Estación del Silencio, del Harlem, del Utopía... Tantos que querían y querrán volver a imaginar el aire y abrir, por fin, la jaula del león proclamando una vez más: