La asociación Aragón Despierta, a través de Lorenzo Gastón, ha denunciado el mal estado en el que continúa el inmueble de Torre Ramona que fue reformatorio y convento en el barrio de Las Fuentes y que se ha convertido en un edificio emblemático para sus vecinos. «En su día ya denunciamos el estado en el que se encontraba no solo el inmueble, sino también varias zonas del perímetro vallado, creando con ello problemas de seguridad a los viandantes y facilitando el acceso al interior del inmueble a personas no autorizadas que en ocasiones vandalizan el edificio, poniendo a la vez en peligro su propia integridad debido al mal estado en que se encuentra el inmueble», explica el portavoz.

En su día, el inmueble fue debidamente vallado por parte del Gobierno de Aragón con el objetivo de evitar accesos no autorizados. Sin embargo, muy pronto aparecieron ya orificios en el vallado «a través de los cuales personas consiguen acceder y, en ocasiones, vandalizar el interior». En estos momentos, el estado del inmueble sigue siendo ruinoso y de abandono, con prácticamente los mismos problemas que hace años.

La Asociación de Vecinos de Las Fuentes consiguió que la capilla del antiguo reformatorio del Buen Pastor, enclavada en el parque Torre Ramona y uno de los símbolos emblemáticos del distrito, pasase a ser intocable. Hace solo unos años estuvo a punto de ser demolido, pero desde el año pasado forma parte del listado de edificios de interés histórico artístico de Zaragoza, con el grado de interés arquitectónico, que lo blinda para siempre, aunque no tiene un uso definido todavía. De hecho, en la reunión bilateral entre la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza de principios de años se llegó al compromiso por parte del Gobierno aragonés de cedérselo al consistorio de la capital, algo que aún no se ha producido.

La antigua capilla del reformatorio Buen Pastor tiene un grado de protección superior para garantizar su conservación y como ejemplo de arquitectura típica aragonesa en el entorno rural de Zaragoza. Se ubica en un complejo de 5.644 metros cuadrados en la confluencia de las calles Castillo de Javier y Colegiata de Bolea y esta catalogación fue solicitada por el tejido vecinal del barrio hace ya tres años, en julio del 2017, por parte de la asociación de Las Fuentes, a raíz de conocer que la DGA tenía intención de urbanizar el parque, lo que implicaba la demolición del edificio. El acuerdo, que en teoría debería haberse formalizado ya, quedó plasmado verbalmente en la bilateral con la DGA que se celebró el 4 de marzo, solo 10 días antes de que se declarara el estado de alarma.

Aragón Despierta denuncia el estado de ruina y abandono del inmueble, y reclama a los titulares del mismo «que actúen a través de un plan específico de intervención, dotando al mismo de la debida publicidad y transparencia al objeto de que la ciudadanía también pueda realizar sus aportaciones».