La empresa Toro Bips, constituida el pasado 23 de junio, va a instalarse en Albalate del Arzobispo (Teruel) para llevar a cabo procesos de valorización de residuos del alabastro, con la previsión de invertir, de momento, once millones de euros y de crear una treintena de puestos de trabajo.

Responsables de esta empresa, constituida con un capital social de dos millones de euros por socios inversores de Australia, Holanda, Alemania y Turquía, se han reunido hoy con la consejera de Economía, Marta Gastón, y después uno de estos socios fundadores y responsable de Ventas, Erdem Kutukcu, ha explicado a los medios de comunicación los detalles de la instalación de esta firma en una de las localidades de la comarca minera de Teruel.

Con residuos de la extracción del alabastro, la nueva empresa producirá yeso con una tecnología pionera en Europa que solo se está utilizando en Australia, donde se inventó hace tres años.

En septiembre comenzarán las obras de construcción de la nave y en mayo o junio del año que viene podría comenzar la actividad en la planta, que tendrá una capacidad de producción de 250.000 toneladas al año, aunque para el primero se ha hecho un cálculo "muy prudente", de en torno al 25 o al 30 por ciento.

"No es mucho, pero vamos a tener un margen muy alto porque se trata de productos de mucha calidad", ha precisado Kutukcu, quien ha precisado que la planta estará a pleno rendimiento en dos años.

Los primeros treinta empleados podrían además ser más en el futuro, ha reconocido, gracias a la capacidad para generar diferentes productos.

De momento, varios profesionales con gran experiencia en el sector van a trabajar en Toro Bips, pero después se necesitarán diferentes perfiles profesionales de la zona, cuya selección no ha comenzado todavía.

La decisión de instalarse en Albalate del Arzobispo se debe a la "muy alta calidad" de la materia prima, según Kutukcu, algo de mucha importancia para generar un producto que tiene "muchas posibilidades" y que se pretende exportar desde esta localidad turolense a diez países, entre ellos Alemania, Holanda, Bélgica, Francia, Portugal, Italia, Estados Unidos y algunos de África.

El yeso que produzca Toro Bips se utilizará en la industria de la construcción, para la elaboración de pigmentos, la alimentación, la farmacia o los fertilizantes.

Estudios realizados en Estados Unidos demuestran, según Kututcu, que los terrenos tratados con fertilizantes basados en yeso son mucho más productivos.

La consejera de Economía, por su parte, ha mostrado su satisfacción por este "hito importante", que ha sido posible, ha reconocido, tras más de dos años de relaciones de Aragón Exterior con los socios de la empresa y de competir con otras comunidades para atraer el proyecto a territorio aragonés.

Y además a una zona, ha recordado, que vive con "incertidumbre" el anunciado cierre de la Central Térmica de Andorra en junio de 2020 si no se acometen en ésta, por parte de Endesa, las inversiones medioambientales que exigen las directivas europeas.

Al tratarse de un proyecto innovador, la intención es que la empresa trabaje con centros especializados y con la Universidad de Zaragoza para posteriores ampliaciones que necesitarán, en el futuro, mano de obra cualificada, ha precisado Gastón.

La consejera también ha hecho referencia a la calidad del producto y a las posibilidades logísticas de la comunidad como dos de los elementos que han hecho a Toro Bips decantarse por Aragón.