Varias decenas de funcionarios de prisiones se concentraron ayer a las puertas de los centros penitenciarios aragoneses, respondiendo a una convocatoria nacional de todos los sindicatos para protestar por las agresiones al gremio por parte de los presos.

Según explicó Jesús Artal, portavoz aragonés del sindicato mayoritario, Acaip, las agresiones graves y muy graves se incrementaron el año pasado un 60%, a menudo a cargo de pacientes que en realidad deberían estar en psiquiátricos. La falta de persona, con 3.400 plazas sin cubrir, agrava el problema.