La residencia de Biota Víctor Orduna se inaugurará oficialmente el próximo 15 de mayo. Pero mientras este espacio para el cuidado y atención de los mayores se abre, el ayuntamiento biotano, propietario de este equipamiento, ha convocado este viernes a las 19.00 horas una reunión para que las familias puedan conocer en qué consisten los servicios que se ofrecerán. Tras más de diez años de trabajos y una inversión de 2.750.000 euros, el consistorio biotano podrá hacer realidad «una de las demandas históricas que tiene la localidad: abrir su residencia», explicó el alcalde, Ezequiel Marco.

El nuevo equipamiento cuenta con 19 habitaciones dobles con todos los servicios necesarios (baño geriátrico, televisión y zona de esparcimiento exterior, entre otros). Así como servicios médicos, de podología, de animación, peluquería y lavandería. En ella se podrán formalizar estancias totales, por tiempo ilimitado, o limitado, determinado por procesos de recuperación y operaciones.

Puestos de trabajo

En total, habrá 40 plazas para residentes y 30 más para usuarios del centro de día apertura de esta residencia generará 25 puestos de trabajo en la localidad cuando se encuentre a pleno rendimiento.

El impulso de este proyecto ha sido largo debido a que el edificio se terminó en el año 2011 y en febrero del 2016 se adjudicó a una fundación. Pero esta fundación nunca llegó a abrirla, «ni a invertir un solo euro en ella, por lo que en julio del 2017 se tomó la decisión de rescindir el contrato con esta fundación», indicó Marco.

En diciembre del 2018, «la residencia volvió a manos del ayuntamiento y, en febrero del 2019, acordamos no sacar este servicio a una gestión indirecta, sino asumir el propio ayuntamiento la apertura», explicó.

La junta del órgano rector de la residencia aprobará el concurso para crear la bolsa de empleo público. «Esta residencia es una prioridad para todo el equipo de gobierno», señaló. Además hizo hincapié en que en este proyecto no había habido colores, «sino que hemos ido todos a una», comentó. También unánime fue la decisión de ponerle en nombre de Víctor Orduna, en recuerdo del alcalde socialista que la comenzó.