El bloqueo en el que está inmerso el programa conocido como Protocolo del Pirineo ha disparado una nueva tormenta política en el que no faltan advertencias como las que ayer realizaron alcaldes del Partido Popular, que al parecer pretenden llevar el acuerdo a los tribunales. El protocolo consiste en un acuerdo alcanzado por el Gobierno de José María Aznar con 63 municipios pirenaicos, que incluía un plan inversor para mejorar servicios de abastecimiento y depuración de sus aguas.

Tras el cambio en el Gobierno central, ahora los responsables municipales del PP han decidido pedir responsabilidades al Ejecutivo de Zapatero y exigirle que cumpla lo firmado. Una veintena de estos alcaldes acudieron a la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) con intención de entrevistarse con su presidente, José Luis Alonso.

Este rechazó cualquier contacto e hizo saber a través de sus colaboradores que su objetivo es dialogar sobre el asunto con responsables de la Asociación de Entidades Locales del Pirineo Aragonés (Adelpa). Precisamente a las puertas de la CHE estaba un miembro de la ejecutiva de Adelpa, Joaquín Paricio, que acudió junto a sus compañeros populares en calidad de alcalde de El Grado.

VERG ENZA "Es una vergüenza --dijo Paricio-- que los pueblos que almacenan el agua en sus términos municipales tengan problemas para abastecerse de un producto de primera necesidad, y el hecho de que estas obras prioritarias no se ejecuten pone en evidencia el talante del partido que gobierna en Aragón".

Paricio, del PP, anunció que un grupo de alcaldes afectados se desplazarán en breve ante las dependencias del Ministerio de Medio Ambiente en Madrid, "a ver --destacó-- si allí existe una mayor sensibilidad".

Mientras, el presidente de Adelpa, Pedro Santoromán dijo a este diario "no compartir" el acto protagonizado por la veintena de alcaldes: "Hay otros métodos para lograr que los gobiernos central y autonómico salden la deuda histórica que existe con los municipios del Pirineo".

Santoromán (PSOE) recordó que el llamado Protocolo de los Pirineos nació sin asignación presupuestaria por parte de Madrid, por lo que es "muy fácil comprender" las causas de su nula ejecución. "Curiosamente para el 2005 el actual Gobierno central ya ha destinado una partida de medio millón de euros para depuración. Eso sí es tangible. Lo anterior fue un movimiento electoral; se firmó un acuerdo sin presupuesto y todo el mundo lo sabía".