La nueva Zaragoza prometida por los políticos en los últimos años necesita una faraónica inversión cercana a los 1.413 millones de euros, más de 235.000 millones de las antiguas pesetas. La ciudad tiene garantizada algo menos de la mitad de los fondos para hacer frente a la tramitación y ejecución de los proyectos, que no serán una completa realidad sobre el mapa antes de quince años.

La operación de mayor calado, tanto por su repercusión urbanística como por su coste, es el denominado convenio del AVE. Las administraciones implicadas --Ministerio de Fomento, DGA y consistorio-- levantarán un barrio junto a la estación de Delicias para financiar los grandes proyectos incluidos, cuya valoración económica asciende en la actualidad a más de 466 millones de euros.

Con los pisos --ahora ya van dibujados más de 3.100-- se podrá pagar el soterramiento integral de las vías, el traslado de todas las instalaciones de mercancías de Renfe a la plataforma logística (Pla-Za) y la prolongación de la Ronda Sur.

El convenio se firmó hace dos años, pero apenas se ha avanzado desde entonces. Y para colmo, las obras que más interesan a la ciudad, como el puente del Tercer Milenio, la conversión de la vía de Oliver-Valdefierro o la transformación de El Portillo, no están consideradas como prioritarias.

POCOS AVANCES La sociedad pública que debe hacer frente a las actuaciones, Zaragoza Alta Velocidad, advirtió hace dos semanas de que tiene trabajo para quince años y que sólo una pequeña parte de las actuaciones estará lista para el 2008. Por ahora, sólo ha sacado a concurso la redacción de varios proyectos y ha adjudicado una única obra --la reposición de la estación ferroviaria de Arrabal--.

Para la fecha mágica de la Expo también tendrá que estar acabado el complejo de la muestra internacional, que requiere casi 390 millones de euros para construir sus instalaciones y para comprar el meandro de Ranillas, el emplazamiento elegido. El único problema es que la financiación es aún una incógnita, pese a que el Gobierno central garantizase en precampaña electoral su participación económica sin concretar ni un euro.

Lo mismo pasa con el plan de riberas del Ebro, un sueño verde que se remonta a los años 80 y que necesita de otra inyección económica de 145 millones de euros. El secretario de Estado de Aguas, Pascual Fernández, garantizó el pasado noviembre que las márgenes estarían rehabilitadas en el 2008, pero de euros, nada de nada.

De los quince proyectos en los que se divide el citado plan tan sólo dos están redactados. El consistorio y el consorcio de la Expo pretende licitar el resto en este año, pero los plazos legales hacen más que ajustado llegar a tiempo para el 2008.

La recuperación del Canal Imperial también lleva un ritmo más que tranquilo, pese a que el alcalde, Juan Alberto Belloch, también lo quiere tener en condiciones para el 2008. Del avance aprobado hace cuatro años, valorado en más de 24 millones, sólo se han iniciado las obras en un tramo --en la ribera izquierda, entre Renovales y el Huerva--.

PROYECTOS A LA ESPERA Gran parte de los dibujos ha dormido durante años el sueño de los justos. Es el caso del puente del Tercer Milenio, incluido en el convenio del AVE y básico para cerrar el tercer cinturón. Su trazado y ubicación ha cambiado en varias ocasiones, y el definitivo dispone de proyecto redactado desde septiembre del 2002. Sólo hace unas semanas se iniciaron los trámites de expropiación, aunque el consistorio --del que depende la infraesructura-- carece de fecha y de fondos para ejecutar el trazado.

En la misma situación se encuentra el cierre del cuarto cinturón, la llamada Ronda Este. El tramo unirá la carretera de Castellón (N-232) y la autopista de Barcelona (A-2) cuando el Ministerio de Fomento lo decida. La circunvalación dispone de proyecto constructivo, pero carece de partida en los Presupuestos Generales. Su ejecución asciende a 54 millones de euros y requiere 30 meses de obra, por lo que Fomento deberá iniciar el próximo año las obras si se pretende que esté para el 2008.

El Gobierno de Aragón y el consistorio también prometieron hace dos semanas sacar a concurso las obras de la primera línea de tranvía en un año. Su coste rondará los 142 millones de euros y aún se desconoce cómo el consistorio podrá cofinanciarla.