Un usuario del albergue municipal de Zaragoza en estado de embriaguez agredió a dos trabajadoras y a otro residente que trató de ayudar a los agentes de Policía a expulsarlo de las instalaciones. Es el tercer incidente de características similares que se produce en menos de seis meses.

Según informaron desde el área de Derechos Sociales del ayuntamiento, en el turno de cena del martes, que comienza a las 20.30 horas, un hombre con signos de intoxicación etílica golpeó a las empleadas tras comunicarle que en ese estado no podía permanecer en el centro. Fuentes de los trabajadores explicaron que le comunicaron hasta en dos ocasiones que debía abandonar el albergue y fue en esta segunda advertencia cuando empujó a una de ellas y golpeó a otra en el pecho.

En ese momento uno de los dos agentes se encontraba en la zona del comedor, donde se produjo el suceso, y pudo asistir rápidamente, el segundo. Al ver a través de la cámara de seguridad el altercado salió en su ayuda. Según cuentan los trabajadores, varios residentes del albergue trataron de evitar la agresión a las empleadas y de ayudar a los agentes a expulsarlo del centro. Uno de los usuarios también fue golpeado.

Desde la concejalía explicaron que se ha puesto en marcha el procedimiento de prevención de la violencia en el trabajo y que ambas empleadas recibirán todo el apoyo que requieran por parte del ayuntamiento. También insistieron en que no está aumentando el número de incidentes. Algo que desde CSIF cuestionaron. Para el sindicato, «queda demostrado» que los instrumentos jurídicos existentes y los procedimientos contra la violencia no son suficientes. Tampoco lo es la seguridad del centro, algo que comparten los trabajadores que reiteran la necesidad de aumentar y mejorarla de forma urgente. Desde el consistorio explicaron que tras la colocación de las nuevas cámaras -hay 16- ya no existen zonas muertas y todo el albergue puede ser controlado visualmente.

MÁS SUCESOS / El pasado 6 de mayo se produjo una presunta violación de un usuario a una mujer mientras dormía. El caso está judicializado. Meses antes, el 21 de diciembre, una trabajadora sufrió una agresión en el turno de noche. Dos casos aislados para el consistorio, pero que para los empleados constatan que el control que se hace sobre los residentes es insuficiente.

La oposición en bloque exigió responsabilidades a la vicealcaldesa, Luisa Broto, que no comunicó ninguno de los dos hechos hasta que fueron publicados en EL PERIÓDICO. Ayer, sin embargo, y tras tener conocimiento de lo acontecido el lunes, envió un correo electrónico a todos los grupos municipales informando del hecho.

El consistorio no se plantea poner ninguna medida nueva en marcha ya que el proyecto de reforma del albergue, en el que se revisará el protocolo, se encuentra en elaboración.