La negociación de las ordenanzas fiscales del próximo año tendrá una premisa básica: no reducir los ingresos que llegan a las arcas municipales. Es decir, el equipo de Gobierno está dispuesto a negociar, primero con sus socios CHA e IU, variaciones respecto a las ordenanzas actuales, pero sin que en ningún caso supongan una merma de recaudación. Es decir, que para el 2015 se tendrán que mantener los 374 millones de euros que el Ayuntamiento de Zaragoza prevé recaudar este año por el cobro de ordenanzas y tasas fiscales.

La prioridad para el Gobierno de la ciudad es, de hecho, iniciar este proceso negociador y dar luz verde a los nuevos precios y tasas públicas de la ciudad. El objetivo es que se apruebe por Gobierno este mismo mes para dar la luz verde definitiva a las nuevas ordenanzas en el pleno de octubre. El propio alcalde, Juan Alberto Belloch, dejó claro ayer que se trata del primer compromiso a tachar en la agenda política de este nuevo curso.

"Lo que más me preocupa es empezar el proceso de negociación de las ordenanzas fiscales y presupuestos. Lo iniciaremos con los partidos que hasta ahora han suscrito los presupuestos, con CHA e IU, eso no excluye que en el futuro, una vez se logre ese acuerdo, podamos también entrar en conversaciones con el Partido Popular", indicó Belloch, que se refirió así al ofrecimiento que el día anterior realizó el portavoz del PP, Eloy Suárez, para llegar a un acuerdo en las ordenanzas. "Sería bueno lograr un consenso amplísimo en esta materia", apuntó.

Y repitió también el mantra del equipo de Gobierno en materia fiscal: las tasas se congelarán, pero no se reducirán. "No es posible disminuir los ingresos. Cualquier propuesta de reducción deberá ir acompañada de otra que los compense porque no se pueden atender los servicios con menos recursos", aseguró. "A partir de ahí, estamos dispuestos a discutir todos los temas", apuntó.

NEGOCIACIÓN

En realidad está será la alternativa básica que el área de Hacienda llevará a Chunta e IU, grupos con los que, de momento, solo se han mantenido contactos informales. Es decir, el mantenimiento de la presión fiscal a los ciudadanos, sin subirla ni bajarla ni un punto. Sobre todo porque los ingresos por vía del Estado están bajando y el consistorio "no puede asumir" la prestación de servicios con menos ingresos.

A partir de este esquema inicial, se podrán debatir bonificaciones y reducciones, pero que siempre tendrán que ser compensadas con sus respectivos aumentos en otras tasas para mantener el nivel de ingresos.

También se refirió Belloch a la aprobación de los presupuestos. Aunque su apuesta es que se estén listos antes de final de año, esta es "una decisión política", indicó. "Pese a la relativa proximidad del proceso electoral, los grupos debemos demostrar que anteponemos los intereses generales de Zaragoza a los nuestros", indicó. Una prórroga de presupuestos es "posible", según el alcalde, pero "no conveniente".