"Jóvenes entusiastas por aprender". Así ha definido el director del Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores, Daniel Garrido, a los más de cien participantes de este encuentro. Y no es para menos, a juzgar por la calidad de los trabajos que desde el pasado miércoles presentan en la capital aragonesa. El congreso, organizado por el Instituto de Ciencia e Investigación Juvenil de Aragón (ICIJA), celebra su decimotercer aniversario.

Tienen grandes conocimientos científicos, no más de 24 años, enormes ganas de trabajar, ambiciones e ilusión. "Son simplemente excepcionales", afirma el presidente de ICIJA, Daniel Ezquerra.

Un trabajo de investigación relacionado con la ciencia, la técnica o la humanística ha sido la clave que les ha permitido participar en el congreso. Lo han preparado durante el curso académico, conscientes de que su esfuerzo no tendría compensación económica. Pero no les importó. Como tampoco el hecho de tener que desplazarse hasta Zaragoza para presentarlo. Y es que España, Bélgica, Bulgaria, Eslovaquia, Portugal y Rusia son sus lugares de origen.

Fomentar la investigación

El congreso, que finaliza el próximo lunes, pretende favorecer el espíritu investigador de los jóvenes y promover el empleo creativo y cultural de su tiempo libre. "Ganan todos y no pierde ninguno", asegura el presidente de ICIJA en un intento de justificar la falta de premios a los trabajos mejor realizados.

La ausencia de bonificación no parece importar a los chavales: "Lo importante es que he descubierto todo lo que puedo dar de mí misma", afirma María López, zaragozana de 16 años. Su compañera belga Lorroine Delhione añade: "A nivel intelectual supone ir un paso más adelante que los demás".

Tanto éxito está teniendo entre los participantes que Natasha Monoz, de 20 años, ya se plantea exportarlo a su país: "En Rusia no hay un congreso de estas características pero yo me atrevería a organizarlo. Y si tengo fuerzas lo haré". Otros, en cambio, ya se han enfrentado al reto. Es el caso del eslovaco de 22 años Michal Chalmovsk , miembro de Amabel (Asociación para la Juventud. Ciencia y Tecnología): "Este congreso es totalmente distinto a los que organizamos en mi país. En Eslovaquia los trabajos se exponen en unos stands y aquí son los participantes los que explican al resto en qué consiste su trabajo".

Falta de recursos

Las delegaciones extranjeras aplauden el congreso y el empuje que supone para el futuro de los jóvenes investigadores. Pero Ezquerra insiste en que en Aragón todavía está en un proceso de concienciación en materia de ayudas a la investigación juvenil. ICIJA, constituida en 1996 para crear hábitos de investigación y afición entre los jóvenes por los temas culturales, es una organización pionera en la comunidad. También a nivel nacional, porque sólo hay otra de características similares en España.

La falta de ayudas preocupa al centenar de participantes, aunque durante su estancia en el congreso prefieren olvidar el asunto y disfrutar al máximo de la capital aragonesa. Están "muy agradecidos", afirma la búlgara Anelia Mancheva, de la oportunidad que ICIJA, con la colaboración del Gobierno de Aragón, Ibercaja, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Zaragoza, les brinda cada año.