El accidente de un avión del Ejercito del Aire que participaba en el simulacro de emergencias Aragón 2019 se saldó ayer con nueve heridos, dos de ellos por un traumatismo craneoencefálico moderado, cuando el aparato se disponía a tomar tierra en el aeródromo de Santa Cilia, en Jaca.

El siniestro -real, y no simulado- se produjo cerca de las 11.30 horas, cuando el aparato accidentado, un avión T-21 perteneciente al Ala 35 de Getafe, se salió de la pista de aterrizaje y acabó prácticamente en una vaguada. En la aeronave viajaban diez personas, cuatro de ellas como personal de tripulación y seis como pasajeros. Cuatro médicos y otras cuatro enfermeras de los bomberos de Zaragoza estabilizaron a los heridos en el lugar para ser trasladados al hospital de Jaca. Además de los dos efectivos con un traumatismo craneoencefálico moderado, otro más sufrió la misma lesión, aunque de carácter leve y con una afección al cuero cabelludo. El resto de los accidentados sufrieron policontusiones. De esta manera, seis de ellos fueron dados de alta ayer, dos se quedaron en observación y un tercero fue trasladado al hospital Miguel Servet para continuar con los estudios neurológicos.

A este herido, capitán y que pilotaba el avión, se le dará el alta en próximos días, ha dicho Alcañiz, quien ha precisado que en un primer momento se pensó que tenía rotura de una vértebra, pero que finalmente se ha visto que no era así.

De los otros nueve heridos, solo dos permanecían a última hora de ayer en observación, con la previsión de que se les de el alta hoy mismo.

INVESTIGACIÓN

El teniente general y jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Miguel Alcañiz, explicó ayer que se desconocen las causas del accidente pero que ya están siendo investigadas por parte de una comisión del Ejército del Aire y de la Guardia Civil. «No ha sido nada para lo que podía haber sido», concluyó el jefe de la UME.

El accidente tuvo lugar en el marco del Ejercicio Conjunto Combinado Aragón 2019, que se desarrolla desde el lunes en las comarcas de la Jacetania, el Alto Gállego y la Hoya de Huesca y que pone a prueba la capacidad de respuesta ante emergencias de unos 3.500 efectivos, tanto militares como civiles.

El ensayo siguió su curso, a pesar del incidente en Santa Cilia, con escenarios como el rescate simulado de quince discapacitados del colegio Escuelas Pías de Jaca a causa de un seísmo que provocó el derrumbe de estructuras. En este caso, la sección de intervención 412 del IV Batallón de la UME se encargó de la actividad con el apoyo de un equipo cinológico (perros de rescate).

Además, el museo Diocesano de Jaca acogió la evacuación de piezas ficticias de patrimonio cultural que estaban en posible riesgo por una riada. Este trabajo consistió en el embalaje de las obras y la preparación para su traslado a un lugar adecuado. En este escenario participaron la unidad de Emergencias y Gestión de Riesgos en el Patrimonio Cultural, la dirección general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, el museo de Huesca y la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón.

Por último, ayer también se simuló el rescate de víctimas afectadas por la rotura de la presa de Escarra.