El nuevo barrio que se está urbanizando al sur de Zaragoza tendrá más de 30.000 pisos y supondrá una ciudad con más población que las de Huesca y Teruel unidas. Las viviendas, en su inmensa mayoría de protección oficial (VPO), se construirán en una extensa área englobada entre los trazados de las carreteras de Valencia (N-330) y de Madrid (A-2) y el cuarto cinturón.

Las obras de urbanización ya han comenzado en Valdespartera, de promoción pública. El consistorio y el Gobierno de Aragón van de la mano en una actuación que dotará a la capital de la mayor oferta de VPO de su historia: 9.700 pisos. La adjudicataria de las dos primeras fases, la UTE Necso-Mariano López Navarro, cobrará cerca de 44 millones de euros. Inició los desmontes el año pasado, aprovechando el cierre temporal de la vía interna que atraviesa el barrio desde Gómez Laguna al cuarto cinturón y que servirá de acceso desde la autovía Mudéjar.

Las previsiones oficiales fijan en medio año el inicio de la construcción de los primeros pisos sociales de Valdespartera. Las máquinas han movido 2,5 millones de metros cúbicos de tierra, y los operarios de la adjudicataria trabajan en la instalación de la red de saneamiento y en la construcción de los nuevos depósitos de agua. Cuando finalice la tercera fase, aún pendiente, las administraciones habrán invertido más de cien millones de euros en la preparación de los suelos.

Los empresarios también son parte esencial de esta nueva Zaragoza que se levanta al sur de la ciudad consolidada. Su proyecto se llama Arcosur y supone la edificación de más de 20.000 pisos sobre 435 hectáreas pegadas a Valdespartera.

Los promotores afirman que la inversión alcanza los 1.800 millones de euros --300.000 millones de pesetas-- en un plazo de 20 años. Para vender semejante operación, Arcosur pactó con el anterior equipo de Gobierno del PP incluir un 60% de viviendas de VPO. Los actuales socios municipales, PSOE y CHA, aún deben aprobar definitivamente el proyecto, un trámite fundamental por el que piden compensaciones en la ciudad consolidada: deberán reinvertir parte de sus beneficios en la remodelación de edificios, calles o plazas en zonas degradadas, con preferencia en el Casco Viejo. El acuerdo podría ser cuestión de semanas.