Los análisis realizados en el laboratorio de la clínica veterinaria Cinco Villas confirmaron ayer la presencia de triquina en muestras tomadas a un jabalí que procedía de una cacería realizada durante el fin de semana en Uncastillo.

Los servicios veterinarios oficiales, puestos en contacto con los cazadores, determinarán la destrucción mediante una empresa gestora de residuos de todas las piezas cazadas en la misma jornada. Según fuentes veterinarias, «llama la atención la elevadísima carga parasitaria del ejemplar positivo», señalaron.

Este nuevo caso confirma la sospecha de una alta prevalencia de la parasitosis entre los jabalís de las Cinco Villas. Estos pueden ser portadores asintomáticos de las larvas de triquina y estas, en caso de ser ingeridas por una persona, puede ocasionarle la aparición de un cuadro de grave sintomatología o incluso la muerte.

Todos los jabalís abatidos en cacería deben ser analizados por los servicios veterinarios habilitados por el Departamento de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón para tal finalidad. Los veterinarios invitan a «efectuar una recogida meticulosa de las muestras de cada animal abatido» como paso inicial y fundamental para una analítica segura y concluyente.