El nuevo centro de protección animal de Zaragoza se comenzará a construir a principios del 2018 y, según el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, se va a realizar por fases. En la primera, se edificarán dos de las cuatro naves donde permanecerán los perros, el umbráculo de gatos, el estercolero y la fosa de cádaveres para resguardar a 128 animales aunque, una vez esté finalizado, podrá acoger a un total de 500 animales. Esta primera etapa de construcción cuenta con un presupuesto de 860.000 euros y un plazo de ocho meses para la ejecución de los trabajos, que el consistorio ha sacado a licitación.

El proyecto, cuando estés todas las fases concluidas, tendrá capacidad para acoger a un total de 400 perros y 100 gatos. A diferencia del que existe actualmente en el barrio rural de Peñaflor, que tiene capacidad para 100 perros y 60 gatos. «Este centro va a ser totalmente público porque la parcela donde se construye es municipal, es financiado íntegramente por el ayuntamiento y será gestionado por personal que dependa del ayuntamiento», indicó Cubero.

Instalaciones

El proyecto contará con 18.250 metros cuadrados y se situará en el polígono Empresarium, situado en La Cartuja Baja. Esta parcela reúne las características adecuadas para la manutención de los animales abandonados por los aragoneses, ya que según la normativa, se debe edificar a 200 metros de los complejos empresariales. Las edificaciones estarán rodeadas por una zona, que el ayuntamiento ha denominado zona verde, pero es evidente el deterioro que sufre.

Además de las cuatro naves donde permanecerán los ejemplares, la protectora animal tendrá una piscina de rehabilitación, una incineradora, un almacén, un pozo de bombeo de vertido y una amplia zona para que los animales puedan correr.

Los caninos estarán distribuidos por peso en distintas naves. Estas serán divididas en diversos módulos en forma de peine: nueve para 432 individuos que pesen menos de 25 kilos y tres para los 96 ejemplares que superen los 25 kilos.

Con respecto a los gatos, el espacio destinado consiste en una zona donde los ejemplares podrían estar en «semilibertad». Se trata de jaulas lo suficientemente amplias para que se sientan libres. Estas estarán rodeadas por árboles y otros elementos que adecúe el habitat.

Sin embargo, los ciudadanos deberán esperar para poder ver el centro municipal de protección animal finalizado ya que todavía no se han establecido fechas para para el resto de las fases.

Cubero adelantó que el consistorio se podría plantear, una vez que hayan comprobado su funcionamiento, ofrecer un servicio de guardería canina o una «gatoteca» donde tomar café junto a los gatos. Zaragoza todavía no dispone de esta prestación de carácter público, ya que todas las existentes son privadas.