El futuro Complejo Municipal de Protección Animal (CMPA), que saldrá ahora a licitación después de que el Gobierno de Zaragoza lo aprobara el pasado viernes, será "cien por cien público" y tendrá capacidad para 400 perros y 100 gatos frente a los 100 canes y 60 felinos que acoge el actual.

El nuevo centro, presupuestado en 860.000 euros y cuya primera fase se prevé que tenga un plazo de construcción de ocho meses, incluirá, entre otros espacios, una "gatoteca" para tomar café junto a gatos para fomentar su adopción, capacidad para dar charlas a colegios y jóvenes y una piscina de rehabilitación para animales maltratados.

El consejero municipal de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, ha reivindicado esta infraestructura como un centro "muy anhelado" en la ciudad que se comenzó a diseñar en la anterior legislatura y que es necesario para continuar con la política de "sacrificio cero".

Asimismo, ha confirmado que el Ayuntamiento seguirá contando con voluntarios en el centro y colaborando con otras administraciones, como con la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), para acoger animales fuera del territorio municipal.

Este CMPA se ubicará en una parcela de 18.250 metros en el polígono Empresarium, en la Cartuja Baja.

El complejo se articula en torno a sus dos elementos principales: los caniles y el centro de interpretación, y el resto de instalaciones -umbráculo de gatos, piscina de rehabilitación, incineradora, almacén, estercolero, fosa de cadáveres, pozo de bombeo del vertido, zona de esparcimiento y los distintos elementos de urbanización- quedarán subordinados a ellos.

En la primera fase se plantea el edificio del centro de interpretación, dos naves de caniles, el umbráculo de gatos, el estercolero y la fosa de cadáveres.

El centro de interpretación se destinará a una zona de exposiciones y actividades varias, otra de atención a las personas que se dirijan al centro en busca de información y acogida, y otra de servicios comunes.

Los caniles estarán divididos en cuatro naves, dos para perros pequeños -menos de 25 kilos- y otras dos para perros grandes, que tendrán entre 4,2 y 6,3 metros cuadrados de espacio cerrado y entre 6 y 8,66 metros cuadrados de espacio de recreo.

En cuanto al umbráculo, se plantea como un pequeño espacio cerrado para albergar gatos en semilibertad, que incluirá árboles, troncos cortados y otros objetos con el fin de crear un hábitat variado para estos animales.

Por su parte, Fernando Fernández, arquitecto municipal, ha explicado los diversos problemas que ha venido afrontando el Ayuntamiento de Zaragoza para desarrollar este proyecto.

La primera opción era ubicar el centro en el entorno del Canal Imperial y la segunda en los Pinares de Venecia, pero fueron paralizadas por el Gobierno de Aragón debido a la legislación existente sobre distancias mínimas de los núcleos zoológicos.

Así, solo quedó la solución de instalarlo en suelo urbano de uso industrial y encontraron esta parcela, situada en un desvío de la carretera de Castellón.