Un nuevo incendio forestal volvió a poner ayer en jaque a los servicios de emergencia turolenses en otra intensa jornada en la que el despliegue de medios impidió que los daños fueran muy superiores. En esta ocasión el escenario fue una zona de pinar en el paraje Alto de las Hoyuelas, dentro del término municipal de Torres de Albarracín, donde al cierre de esta edición se calculaban en cerca de 15 las hectáreas arrasadas.

Las llamas se iniciaron al parecer por la caída de un rayo en torno a las dos de la tarde en un área de pino silvestre y repoblado y sotobosque en una zona de difícil acceso. El incendio causó la alarma en la zona, ya que soplaba viento y había una intensa humareda visible desde municipios como Royuela, Torres de Albarracín, Bronchales o Monterde de Albarracín.

ZONA ESCARPADA El fuego se propagó con rapidez por una zona escarpada de pinar de unas nueve hectáreas de extensión. El incendio quedó controlado en torno a las seis de la tarde, aunque un retén de vigilancia se quedó de guardia ante la posibilidad de que se reavivarán los rescoldos.

En la extinción de las llamas participaron dos helicópteros, con sus respectivas tripulaciones; tres cuadrillas terrestres de Comena, cinco motobombas, dos hidroaviones, un camión de bomberos y 200 voluntarios de las localidades de Bronchales y Torres de Albarracín, según informó la subdelegación del Gobierno en Teruel.

Por otra parte, ayer tarde seguía activo, aunque controlado por completo el incendio que se declaró el lunes en la vertiente valenciana del Maestrazgo y que afectó a un total de 70 hectáreas de la provincia de Teruel (otras 30 en Castellón). Después de una intensa jornada de trabajo, en la que se evitó con un extraordinario despligue de medios que ardieran muchas más hectáreas de una rica zona de pinar, ayer por la mañana regresaron a la zona dos helicópteros del Departamento de Medio Ambiente de la DGA con base en Peñalba y Alcorisa, así como cinco cuadrillas terrestes del Gobierno de Aragón con ocho autobombas y un camión nodriza.