Un nuevo informe realizado por el nefrólogo del Clínico José Luis Ansón y remitido ayer a las Cortes, al Ministerio de Sanidad y al Gobierno de Aragón revela el "pésimo estado del agua" de las torres de refrigeración de este hospital de Zaragoza en las que apareció el brote de legionela del pasado mes de junio, que se cobró la vida de seis personas. Según el documento, este hecho pudo favorecer la proliferación de la bacteria e incluso impedir el buen funcionamiento de los mecanismos de desinfección de las torres, una vez detectado el brote.

El Salud restó ayer importancia a estas acusaciones, que según fuentes del Ejecutivo, "carece de consistencia". "Estas torres de refrigeración se nutren del agua de la propia red de Zaragoza y por eso, si el informe fuera cierto, querría decir que hubo problemas en todo el abastecimiento de la ciudad", arguyeron.

LOS DATOS El nuevo informe del facultativo --el último de una serie que ha estado enviando a las instituciones-- remite, en primer lugar, a la norma UNE 100030:2001 IN, según la cual es peligroso "tener torres de refrigeración en zonas muy pobladas, residencias y hospitales". Esta normativa recomienda, en cualquier caso, instalar estos equipos "en lugares aislados y alejados", algo que, según las afirmaciones de Ansón, "se incumplió".

Pero, sobre todo, el informe del facultativo incluye varios análisis sobre el estado del agua en las torres del hospital, realizados en las mismas fechas en las que se detectó el brote.

Las pruebas del 4 de junio "desvelaron que el agua estaba en pésimas condiciones, con un pH por encima de los límites establecidos", lo que, según el doctor Ansón, "hizo inefectiva la adición de biocida".

Según el informe realizado por una empresa de tratamiento de sistemas de agua de refrigeración, fechado el citado 4 de junio, los índices de pH sobrepasaban los parámetros de normalidad en todas las torres y también los límites de dureza del agua y conductividad eléctrica en el caso de las instalaciones de frío de la cocina y la policlínica (en las que, sin embargo, no surgió ningún problema grave de legionelosis en esa época) y el de la torre 3.

En cualquier caso, Ansón asegura que, según documentación de otra empresa de tratamiento de aguas y equipos de frío --que el doctor Ansón aportó en el informe al que tuvo acceso EL PERIODICO--, que "todas las torres tuvieron lugar en algún momento legionela", aunque no fueran en grandes concentraciones.

Asimismo, el médico del Clínico apunta a que los resultados obtenidos por estos análisis, encargados supuestamente por el propio Salud, "incumplían gravemente" las recomendaciones de la normativa vigente sobre el control de este tipo de bacterias.