El nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca, el teniente coronel Francisco Javier Vélez, tomó ayer posesión de su cargo en un solemne acto castrense en el se planteó como uno de sus objetivos el afianzamiento de la seguridad ciudadana en la provincia.

Al acto, presidido por el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y el general de la Guardia Civil en la comunidad, Carlos Crespo, asistieron representantes políticos, institucionales y militares de la provincia.

En su discurso, el nuevo responsable de la Comandancia oscense, aseguró que conocía la complejidad de la labor de la Guardia Civil en la provincia de Huesca, debido a su carácter montañoso y a su situación limítrofe con dos comunidades autónomas con policías propias, Cataluña y Navarra, y con Francia.

Tras elogiar la labor desarrollada por las distintas unidades del cuerpo en Huesca, recordó que la provincia altoaragonesa tiene un bajo índice de criminalidad, del orden de 20,6 infracciones penales por cada mil habitantes, 12 puntos por debajo de la media nacional.

Explicó además que su labor continuará la desarrollada por sus predecesores, pero hizo hincapié en que no será «conformista», ya que la evolución de la delincuencia exige una permanente adaptación de los agentes a la cambiante situación actual. Vélez destacó que su trabajo se centrará en afianzar la seguridad ciudadana y en prestar una ayuda de «cercanía y calidad» a los sectores más desprotegidos, sobre todo menores y víctimas de la violencia machista.