El nuevo centro de investigación y descontaminación del lindano que se ubicará en las instalaciones del parque Pirenarium de Sabiñánigo estará operativo a principios del año que viene. Así lo anunció ayer el Gobierno de Aragón tras la visita del consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, y la directora general de Sostenibilidad, Pilar Gómez, a las obras del complejo.

El laboratorio mejorará las actuales instalaciones de Bailín en cuanto a espacio y potencialidad, ya que se pretende convertir el centro de Sabiñánigo en la primera piedra de un centro de investigación de referencia de los contaminantes orgánicos persistentes, como es el lindano. Se hará en una superficie de cerca de 500 metros cuadrados en la que está realizando una inversión de 700.000 euros.

Estos permitirán, según les explicaron ayer a Olona y Gómez, mejorar las prestaciones del centro actual de Bailín, en el que el año pasado ya se realizaron 3.807 analíticas de agua y 714 de suelo. Para el nuevo centro se hahn adquirido dos cromatógrafos.

PIONEROS

«Estamos siendo pioneros a nivel internacional en la investigación y desarrollo de I+D de este problema de la contaminación orgánica persistente que existe en todo el mundo. Es una gran oportunidad para que Sabiñánigo deje de conocerse por un problema y pase a conocerse por ser una solución», señaló Olona.

El plan estratégico contra la contaminación de lindano de la DGA apuesta tanto por la investigación como por la limpieza de residuos, probando tecnologías de bajo coste como la biorremediación, técnicas que pueden ser exportadas a otros lugares. Para ello, la DGA también mantiene un convenio de colaboración con la Universidad de Zaragoza y el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea, para investigar cómo transformar los residuos de HCH (lindano) en materias primas.

Mientras, el Gobierno de Aragón sigue teniendo como objetivo el desmantelamiento de las instalaciones de la química Inquinosa en la que se generó el lindano, para el 2021. Unas tareas que se estiman en 20 millones de euros. Por ahora, la prioridad es descontaminar las paredes antes de derruirlas, y los ensayos en interior van por buen camino.