La Sociedad Municipal de Rehabilitación Urbana (SMR) sacará a concurso el estudio socio-urbanístico para recuperar la bolsa de vivienda que suponen los 21 grupos de antiguas casas sindicales existentes en Zaragoza, levantadas entre los años 40 a 70. La decisión, que afecta a alrededor de 8.000 viviendas de diferentes barrios de la ciudad, se llevará a la reunión del Consejo de Administración del próximo jueves, y vendrá a paliar la "falta de información que sobre este tipo de inmuebles tiene el ayuntamiento para decidir las actuaciones a realizar", señaló el concejal Ricardo Berdié.

El alcalde, Juan Alberto Belloch, ya avanzó en diciembre pasado su intención de realizar un estudio multidisciplinar sobre este concreto parque urbanístico de Zaragoza. El concurso de la SMR pretende conocer la situación arquitectónica, social, económica, medioambiental y hasta cultural del entorno de cada uno de los diferentes bloques. El objetivo es reactivar como parte de la ciudad una serie de pastillas urbanas hoy en día degradadas u olvidadas. "No se trata de instalar ascensores o de pintar fachadas, el proyecto va mucho más allá", añade Berdié.

La SMR sigue de esta manera los pasos iniciados por otras ciudades españolas, como por ejemplo Vitoria, en donde ya existe un proyecto para favorecer comercialmente un área con estas especiales características.

ACTUACIONES DIFERENTES Entre estos 21 bloques se encontrarían los de los grupos Girón, Santa Rosa y Vizconde Escoriaza en el barrio de Las Fuentes o el grupo Alférez Rojas de Delicias, además de manzanas enteras repartidas por el barrio de Torrero o Ciudad Jardín. Se trata de complejos urbanos muy diferentes entre sí, por lo que desde la SMR ya se advierte de que el estudio se encargará a uno o a varios equipos.

"Unos se caracterizan por poseer unos patios interiores muy amplios, otros, por que sus vecinos son todos personas mayores con rentas económicas mínimas y otros por ubicarse en un lugar determinante para el desarrollo de Zaragoza".

Ricardo Berdié avanzó que el resultado de este proyecto no quiere decir que el consistorio vaya a actuar de manera urgente. De hecho, las asociaciones de vecinos llevan años exigiendo toda una serie de mejoras para estas casas. La gran mayoría carece, por ejemplo, de servicios esenciales como la calefacción o los ascensores.

Históricamente, esta tipología de vivienda responde a una determinada manera de entender la arquitectura de entonces, que pretendía dotar de casas dignas a la gran cantidad de obreros surgidos del desarrollo industrial y económico que vivió la ciudad. Unas casas que destacaban por ser económicas, de construcción tradicional y escasa altura.

Se da la circunstancia, además, de que algunos de los ejemplos de vivienda obrera de Zaragoza fueron diseñados por arquitectos de prestigio, siguiendo los parámetros marcados por la Europa más moderna de entonces. Modelos que no estaría de más perduraran en el tiempo como patrimonio urbano de la ciudad. Junto a ellos, también conviven otros grupos, hoy en día prácticamente vacíos, que tan sólo guardan en reserva un espacio importante del centro de la ciudad, que permanece a la espera del estudio de futuras alternativas.