La localidad bajoaragonesa de Chiprana ya tiene un nuevo Plan de Ordenación Urbana, que va a posibilitar la ampliación tanto del suelo industrial como del urbano. Tras varios meses de estudios y de exposiciones públicas, la semana pasada fue aprobado por la Diputación General de Aragón y publicado en el BOA.

Javier Nicolás, alcalde de la localidad, afirmó que el nuevo plan "va a posibilitar la construcción de nuevas viviendas y sobre todo la existencia de suelo industrial para ampliar el polígono", que está situado en las afueras de la población. El primer edil chipranesco admitió también que "esta catalogación y ampliación del suelo industrial era una actuación imprescindible, ya que la zona industrial que tenía la población hasta ahora no constaba como suelo industrial en el anterior PGOU". Por eso, "cualquier empresa que quisiera instalarse en la población no podía hacerlo al no obtener los permisos oportunos por parte de la administración competente", explicó el alcalde de la localidad.

El suelo industrial liberado con el nuevo PGOU pertenece al paraje conocido como La Salva donde ya está ubicada la cooperativa y otro importante almacén de frutas. Se trata de una zona que "se acondicionó para ese uso y en la que ahora se ha instalado un colector de salida de aguas y una tubería para suministro de agua potable, con el objetivo de instalar aquí todo tipo de industrias", según explicó Nicolás.

Con este suelo liberado, el polígono industrial de Chiprana alcanzará los 12.000 metros cuadrados, superficie ampliable con una reforma de una zona de suelo urbanizable no consolidado, pero que ya se contempla en este nuevo Plan. El alcalde se muestra esperanzado ante la importancia del polígono, y asegura que "hay posibles demandas de empresas que quieren comenzar su actividad industrial en Chiprana".

La reforma del Plan trae aparejado también suelo para urbanizar nuevas viviendas. "Los jóvenes de la población no tenían lugares para poder construir vivienda nueva, tipo unifamiliar", afirma Nicolás, "ya que en el centro urbano todas las casas están ocupadas o los solares no son asequibles". A partir de esta reforma, el PGOU contempla como suelo urbano prácticamente todo el terreno que queda comprendido desde las rotondas de entrada a la población y la circunvalación que se construyó hasta el propio centro urbano.

Se trata de una reforma que fue aprobada en el pleno del consistorio chipranesco por unanimidad, aunque recibió alegaciones de algunos vecinos, y que, según Javier Nicolás, "se han ido corrigiendo sobre la marcha".