El Plan Integral del Casco Histórico (PICH), puesto en marcha en 1997 durante el Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, ha concluido su programa de ocho años con una alta ejecución de su presupuesto --el 95%-- pero no ha conseguido erradicar la degradación de este céntrico sector de la ciudad. El concejal delegado de Planes Integrales, Agustín Marín, hizo ayer balance del PICH y anunció que la segunda etapa del plan, también de ocho años, contará con una inversión "de continuidad" en el 2005 e incluirá actuaciones en el barrio del Arrabal, en la Margen Izquierda.

Queda fuera, sin embargo, el barrio Jesús; según el edil aragonesista, desde puntos de vista técnicos y políticos no se ha considerado adecuado añadir esta zona.

MAS INMIGRANTES Marín anunció que esta segunda fase del PICH incidirá en los programas de carácter social además de los urbanísticos. Uno de los objetivos será evitar la consolidación de guetos en la zona. Desde 1997, la composición de la población en el Casco Histórico ha cambiado de forma sustancial, con una presencia creciente de inmigrantes, y el Plan Integral se adaptará a esta y otras situaciones.

Según el balance realizado por el edil, el PICH que termina ha realizado una inversión de 118 millones de euros en sus ocho años de vida, sobre los 120 millones previstos. Pese a esta capacidad de gasto, señaló Marín, quedan proyectos pendientes que los vecinos consideran prioritarios que es necesario acometer. Entre ellos citó el centro cultural y la guardería de San Agustín, o el plan especial de Casta Alvarez y las Armas.

El concejal no precisó el presupuesto con el que contará esta segunda fase del PICH, pero aseguró que el gasto social aumentará y que en el 2005 se abordarán actuaciones urgentes. "No se quedará en blanco", aseguró.

El Plan Integral que comienza el año próximo contará con una oficina de coordinación y seguimiento. El ayuntamiento intentará, además, contar con la colaboración de la DGA.