El recién nombrado presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, se abrió ayer a negociar la cota del recrecimiento del embalse de Yesa que, apuntó, será la que el Gobierno de Aragón considere que cubre las necesidades de la comunidad.

El Gobierno aragonés y la CHE inauguraron ayer una etapa de colaboración y de diálogo, radicalmente distinta a la confrontación vivida en la pasada legislatura con el PP en el Gobierno de la nación y con la amenaza del trasvase del Ebro. El "cambio de talante" iniciado entre ambas Administraciones se evidenció ya ayer, puesto que el nuevo responsable de la CHE decidió iniciar con el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, la ronda de entrevistas que mantendrá en los próximos días con los responsables de las autonomías de la cuenca. La sintonía entre ambos es total. No hay que olvidar que fue el propio Iglesias el que propuso a Narbona que Alonso fuera el responsable del ente hidráulico.

ANUNCIO DE INTENCIONES En presencia de Iglesias, Alonso lanzó ayer varios mensajes sobre cuáles van a ser sus intenciones al frente de este organismo hidráulico dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.

La mayoría coinciden con los planteamientos defendidos desde hace más de tres años por el propio Iglesias para hacer frente a la amenaza del trasvase. En primer lugar, Alonso se reveló como un ferviente defensor de la nueva cultura del agua. "La primera medida ha sido desmantelar el trasvase porque era una falsa solución, y se ha dado una alternativa más barata y más rápida". También apostó por reconvertir la confederación en un foro de debate de todos los sectores relacionados con el agua. Y en tono conciliador defendió el diálogo para llegar a una solución con el recrecimiento de Yesa. Alonso anunció a este respecto su intención de reunirse con los regantes de Bardenas, quienes han amenazado con iniciar acciones legales si finalmente el ministerio apuesta por recrecer Yesa por debajo de la cota máxima.

"No hay que hacer ningún becerro de oro de ninguna cota baja, media o alta", subrayó el responsable de la CHE, quien se mostró partidario de no hablar de una cota determinada para recrecer Yesa, sino de ver cuáles son las necesidades reales de agua de los regantes de la comarca de las Cinco Villas. El proyecto de recrecimiento de Yesa se realizó en unas circunstancias que, aclaró, "ahora han variado". Y, acto seguido, apuntó que tanto las necesidades de agua de los regantes y el abastecimiento de agua a Zaragoza "estarán garantizadas".

Según Alonso, el ministerio esperará "a que la sociedad aragonesa, representada por el Gobierno, por las Cortes, se ponga de acuerdo en qué es lo que quiere" y subrayó que la orden recibida de la ministra Cristina Narbona tenía una doble vertiente: "Retrotraer en el tiempo una decisión tomada después de las elecciones generales" con respecto a la segunda fase de expropiaciones en Artieda, "no a la presa", y a la vez "continuar con la obra mientras abrimos el debate".

Por su parte, el presidente aragonés confió en que este primer encuentro marque "un signo de cooperación y colaboración" entre ambas instituciones en el futuro ya que el objetivo de ambos es "avanzar en la solución de problemas con métodos más modernos" y a través del diálogo. Iglesias destacó además la "muy buena relación de amistad" que mantiene con Alonso.