La Dirección General de Tráfico exige desde el viernes de la semana pasada la presentación de un certificado de destrucción para dar de baja definitiva la vida útil de un vehículo.

Este documento obligatorio, únicamente lo pueden emitir aquellos desguaces reconvertidos en Centros Autorizados de Tratamiento (CAT), que en Aragón tan sólo nueve por el momento.

La nueva tramitación es consecuencia de la aplicación de la normativa europea, que considera los coches como residuos peligrosos que hay que descontaminar.

La publicación, el jueves pasado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), de la orden que regula la baja definitiva de los vehículos obliga a todas las comunidades autónomas a la puesta en práctica de una serie de requisitos, entre ellos el denominado certificado de destrucción.

En Aragón, es el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno autonómico el que tiene la potestad para conceder las autorizaciones a los desguaces. No obstante, la fuerte inversión económica que se necesita para adaptar las instalaciones a la normativa europea y la cantidad de documentación y de trámites obligatorios ha frenado a casi la mitad de los desguaces aragoneses, y pocos más de 20 se presentaron a la solicitud de la autorización.

El Departamento de Medio Ambiente de la DGA informó ayer que a día de hoy son nueve los CAT existentes en Aragón: cuatro en la provincia de Huesca (uno en Barbastro, otro en la Puebla de Castro y dos en Huesca capital), tres en el término municipal de Zaragoza y dos en la provincia de Teruel, exactamente en Alcañiz y Mas de las Matas.

Otros tres centros recibirán próximamente --o incluso hoy mismo-- el certificado de autorización, mientras que ocho prosiguen con la tramitación. De los expedientes resueltos, cinco de ellos han sido desestimados.

EL GASTO Aunque al particular no le suponga gasto alguno el hecho de llevar su vehículo a un CAT, el desguace, en cambio, calcula una media de 180 euros de gasto medio por coche para su descontaminación.

La chatarra y las piezas reutilizables serán los únicos componentes que los CAT podrán almacenar, ya que el resto, desde los neumáticos a las baterías, serán recogidos por los distintos gestores de residuos. Por ello, los desguaces ya advierten que no se cobrará a quienes depositen los vehículos con todos los accesorios.

La lista de elementos contaminantes de los coches es bastante amplia. Por ejemplo, sólo las baterías contienen ácido sulfúrico, placas de plomo, depósitos de sulfato de plomo y un acumulador eléctrico. Pero, a los componentes de los vehículos, hay que añadir todos los carburantes, combustibles y aceites que contienen el motor, la caja de cambios, el sistema de freno o el de refrigeración.

La orden publicada en el BOE del 12 de febrero del 2004 incluye además toda una serie de condiciones que deberán de seguir a partir de ahora los propios CAT. Así como un modelo tipo del certificado de destrucción, con cuatro casillas diferenciadas. La primera hace referencia a los datos del vehículo y la segunda, a los del titular. Los dos últimos apartados se refieren propiamente a la instalación del propio CAT.