El Salud dará a conocer en los próximos días el sistema que sustituirá a las torres de refrigeración del hospital Clínico Universitario de Zaragoza, que fue el origen del brote de legionela declarado en junio y que causó la muerte de siete personas. El objetivo es que para el 2005 haya una nueva instalación que "minimice o elimine el riesgo". Así lo anunció ayer la consejera de Salud, Luisa María Noeno antes de inaugurar las XIII Jornadas Aragonesas de Medicina Familiar.

La consejera explicó que su departamento estudia las seis propuestas recogidas en el informe elaborado para la DGA, que tienen el objetivo de dar una solución que evite nuevos brotes de legionela relacionados con los sistemas de aire acondicionado del Clínico. Entre las soluciones figuraba la reforma de las actuales instalaciones, pero esta opción ya ha sido descartada, indicó Noeno. Aunque se incluyen otras como la sustitución por sistemas de agua, de agua y aire, de aire o de uno que se nutre del agua del subsuelo.

Respecto al posible nuevo caso de legionela en el Clínico, la consejera señaló: "A día de hoy no tenemos ningún dato de que éste tenga que ver con el brote". Indicó también que las máquinas que ocasionaron el brote el pasado junio "están paradas porque no hacen falta" y afirmó que existe cierta "fijación" en el seguimiento de la legionela en el Clínico ya que, según dijo, también se producen "casos aislados" en otros centros sanitarios sobre los que se desconoce su origen pero que no reciben la misma atención.