Un nuevo retraso en las obras del Tubo de Zaragoza impedirá que pueda estar listo para las fiestas del Pilar. Las fachadas del edificio estarán acabadas a lo largo de esta semana y se dispondrá de la nueva iluminación, pero el centro comercial interior, las oficinas y los pisos se demorarán al menos hasta el mes de noviembre. Así lo aseguró ayer a este diario el máximo responsable de la empresa promotora de Puerta Cinegia, José María Ortiz, quien manifestó que todos los esfuerzos están puestos en acabar el exterior y dejar despejada la acera de plaza España antes del próximo fin de semana.

Decenas de operarios trabajan hasta en días festivos para intentar acelerar la obra, cuya conclusión ya fue anunciada para el pasado mes de junio y más tarde para octubre. Los ciudadanos han podido observar en los últimos días el giro radical que ha dado la fachada principal del nuevo inmueble, de ocho plantas y con 30.000 metros cuadrados levantados entre plaza España y las calles Mártires y Cuatro de Agosto.

En la plaza España se aprecia ya acabada la visera de madera con las letras metálicas del complejo, Puerta Cinegia. También los focos halógenos que iluminarán de noche la piel exterior, de la misma piedra que la de los edificios del entorno. En el antiguo Banco Vitalicio, con los portones ya abiertos, se observa el patio recuperado, con su escalera de madera y dos columnas de piedra. En unas semanas, dará acceso a las oficinas y a las 36 viviendas que acogerán sus ocho plantas. Los pisos están repartidos entre la cuarta y la octava.

PARKING EN PRUEBAS En el sector se han instalado las señales indicadoras del aparcamiento, ya acabado y con capacidad para 299 vehículos. Hasta cien plazas se reservarán para residentes y las restantes serán de uso público rotativo. En la acera de plaza España se deja ver un gigantesco cartel, que advierte de que el párking está "en pruebas" y, por tanto, "cerrado".

Los operarios se afanaban ayer en concluir las obras de empalme de las tuberías generales con las del nuevo inmueble, que quedaron pendientes en la reforma de Independencia. También colocaban el mismo pavimento, granito gris, que luce en las aceras del paseo. De esta forma, en unos días no habrá obstáculos para los viandantes, que han sufrido meses de incomodidades por culpa de los andamios.

En el interior del edificio, que dispone de escaleras mecánicas, se abre una plaza de 1.200 metros cuadrados a varios niveles. Un pasaje une la plaza España con Cuatro de Agosto, frente a la calle Libertad, desde el que se podrán observar los restos de la muralla romana del siglo III. En las fachadas laterales, acabadas por completo, se ha recuperado la configuración exterior de edificios de los siglos XV, XVII y XIX.

Locales comerciales y de restauración se repartirán un espacio de 6.000 metros cuadrados. Un 40% de la superficie está previsto que sea ocupada por servicios de hostelería y el resto se ha ofertado a tiendas pequeñas. Hasta 70.000 personas podrían llegar a pasar diariamente por el nuevo inmueble del Tubo, que ejercerá de imán a un sector en plena recuperación urbanística.