El Ayuntamiento de Zaragoza va a iniciar el plan de choque que anunció hace casi un año para recuperar frecuencias y usuarios en el transporte público. Una vez normalizado el grueso de la circulación en Delicias y cerradas las principales zanjas que afectaban al centro, la Concejalía de Movilidad ha retomado el proyecto de instalación de carriles exclusivos para el bus, con barreras físicas incorporadas para garantizar su efectividad. Los bordillos que separarán las vías estarán compuestos por piezas de caucho atornilladas al piso, que pueden emitir señales luminosas.

Como informó este periódico, los primeros carriles bus que dispondrán de este sistema serán uno de nueva creación en el paseo Pamplona --uno de los puntos que acumula más tráfico público y privado en el centro de Zaragoza-- y otro en el Actur. Este último ya funciona desde la pasada legislatura, pero, como el resto de los que están distribuidos por la ciudad, se señaliza únicamente con pintura sobre las calzada y los conductores no lo respetan.

Según explicó el concejal de Movilidad, Jesús Sarría, el bordillo o rebaje planteado para lograr la exclusividad del carril del transporte público se ha concretado finalmente en una separación hecha con elementos de caucho con señales luminosas.

"Buscamos un dispositivo que resulte disuasorio, pero que no sea peligroso", explicó. Estas piezas tienen una altura de cinco centímetros y molestan a quien quiere invadir el carril, pero en caso de necesidad "se puede saltar con el coche por encima de ellas sin excesiva dificultad". El consistorio considera imprescindible que la flota de TUZSA y los taxis cuenten con espacios reservados en las calzadas más conflictivas de la ciudad. La confluencia de grandes obras en los últimos dos años años --Independencia, avenida Madrid, Conde Aranda, Coso, Fray Julián Garcés-- provocó múltiples desvíos que acabaron por hartar la paciencia el usuario y derivó en una pérdida de viajeros en el bus.

Las frecuencias se han deteriorado y la velocidad media, afectada por los atascos, ha disminuido. Un plan de mejoras que manejaba la anterior corporación planteaba llegar hasta 10 kilómetros de carriles bus con el objetivo era aumentar la velocidad un 30%.

En estos momentos sólo funcionan en Zaragoza dos carriles exclusivos para el bus con separación de obra, medianas en ambos casos: uno en la avenida madrid y otro, recién construido, en Conde Aranda.