Lo dijo como de pasada y sin entrar en demasiados detalles. El consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, anunció ayer en las Cortes que dos nuevos sistemas de regadíos, el del Cibán y el del Bajo Martín, se pondrán en marcha con una gestión público-privada. "Emprendemos una nueva senda con el fin de aumentar el cumplimiento de los compromisos y los plazos en esta materia", dijo. La oposición criticó la propuesta basándose en experiencias que no han funcionado en Aragón: el Plan Red y de depuración.

Sin contar con los fondos provenientes de la Política Agraria Común, aumenta un 3%, por lo que el montante total del presupuesto suma un total de 335,3 millones de euros. Sumando todas las partidas del departamento, su presupuesto asciende a 774 millones de euros. Se produce un ligero avance, que repercute en las áreas medioambientales. Los fondos propios de la consejería suben de 160 millones a 177, compensando los 17 millones en los que descienden los del ministerio, que pasan de 32 a 15, y si a esos 17 millones se suman los 13 más que el Gobierno destina al Instituto Aragonés del Agua (IAA), que pasan de 9 a 22.

Lobón destacó la inversión destinada a la incorporación de jóvenes agricultores, que pasará en el próximo ejercicio de 7,7 a 9 millones de euros, que la dotación para modernización de regadíos pasa de 16,7 millones a 19, que se ha conseguido mantener en 9 millones la partida para seguros agrarios con fondos propios del Gobierno de Aragón y que el programa Leader sube de 11,4 millones a 14.

La oposición criticó, por insuficiente, el presupuesto del departamento. Dudó de que se puedan atender todas las necesidades de la comunidad.