El número de delitos cometidos en la provincia de Teruel durante 2003 fueron 1.007, un 20% menos que el año anterior, en su mayoría contra el patrimonio, según explicó el subdelegado del Gobierno, Marco Rando. 800 de ellos se produjeron en la provincia y 207 en la capital.

Estas cifras aumentan hasta 1.888 si se contabilizan las faltas, cuyo cómputo global supone una reducción del 11,40% respecto al 2002. Durante el pasado año, se produjeron tres homicidios en la provincia, uno de ellos fruto de un accidente de caza en Mora de Rubielos en el que murió por un disparo accidental un hombre.

La segunda víctima mortal corresponde al cadáver de un homre de origen centroamericano descubierto en Monroyo el pasado mes de mayo, que investiga la Unidad Central de la Guardia Civil y que podría tratarse de un ajuste de cuentas.

El tercero fue el crimen de Patricia Maurel, candidata del PP a la alcaldía de La Puebla de Híjar, a manos de su marido, que le disparó con una escopeta y se entregó al día siguiente a la policía en Teruel.

En el conjunto de la provincia se cometieron cinco agresiones sexuales y seis abusos, de los cuáles tuvieron lugar en la capital una agresión y tres casos de abusos.

A lo largo de 2003 se efectuaron en la provincia un total de 722 detenciones y se esclarecieron el 53,25% de los delitos, lo que supone un 6,04% más que en el 2002.

ROBOS POCO HABITUALES Rando indicó que el índice de criminalidad de Teruel es de los más bajos de España (7,29 delitos por cada mil habitantes) y que aproximadamente un 30% de los delitos han sido cometidos por extranjeros.

El subdelegado informó de que en las últimas semanas se han detectado unos robos, que consideró poco habituales, en poblaciones del Bajo Aragón, como Belmonte de San José, La Cañada de Verich o La Ginebrosa.

Estos robos, explicó, son de alimentos y de objetos como cubiertos o vasos, mientras que en explotaciones ganaderas de La Ginebrosa se han matado dos cerdos y se han llevado la carne.