El nuncio apostólico de la Santa Sede en España, Renzo Fratini, ha inaugurado oficialmente hoy la restauración de la parroquia de la Purísima Concepción en el barrio rural zaragozano de La Cartuja Baja, y ha reivindicado el papel de la Iglesia en la cristiandad.

Así, en su homilía, Fratini se ha dirigido a los fieles afirmando que "un cristiano sin la Virgen está huérfano, pero un cristiano sin la Iglesia también está huérfano", porque "ambas son madres", y les ha recordado que el templo recuperado para el pueblo "no es un museo, sino una expresión de fe".

También ha realizado una defensa de los "valores morales" como "el matrimonio estable" frente a los "modelos ideológicos de nuestros días".

La historia de esta iglesia se remonta al siglo XVII, cuando se establecieron en la zona los monjes cartujos y construyeron el recinto monástico.

De estilo barroco tardío, sufrió las consecuencias de la Guerra de la Independencia y de la desamortización de 1843, que obliga a los monjes a abandonar el lugar y es entonces cuando la capilla del convento se convierte en la iglesia parroquial del pueblo y el resto de las dependencias del conjunto arquitectónico se convierten en viviendas.

El templo estuvo más de 20 años cerrado hasta que hace unos dos años reabrió cuando finalizaron las obras de rehabilitación, tras una reforma en la que han colaborado, además del Gobierno de Aragón, instituciones como Ibercaja, CAI o Banco Santander.

El arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, ha expresado que se encuentran "felices y contentos" y que el día de la inauguración oficial supone "una inmensa y gran alegría" aunque el templo ya lleve tiempo abierto de nuevo a los fieles.

Por su parte, la consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Dolores Serrat, ha recalcado que la recuperación del patrimonio forma parte de los objetivos del ejecutivo autonómico.

Del mismo modo, ha destacado que Aragón es una comunidad "muy rica en patrimonio", aunque "desgraciadamente" sea "muy pobre en población", por lo que ha considerado que todos los esfuerzos son "muy importantes".

Asimismo, Serrat ha manifestado que esta obra pone de manifiesto el valor de la colaboración público-privada en la recuperación "de lo que es nuestro".

Por otro lado, el alcalde del barrio de La Cartuja Baja, José Ramón, ha destacado la "gran ilusión" que supone para los habitantes del lugar la reapertura de su iglesia, después de que estuviera "más de 20 años" cerrada.

El alcalde ha asegurado que durante todo el tiempo que la parroquia de la Concepción estuvo cerrada al culto celebraciones religiosas como funerales o comuniones tenían que ser oficiadas en un antiguo cine.

"Todo el barrio está emocionado", ha dicho, con independencia del fervor religioso de la gente, porque implica recuperar un patrimonio que tenían "prácticamente abandonado".

Por ello, ha resaltado que el trabajo de rehabilitación realizado en la iglesia dadas las malas condiciones en las que se encontraba previamente ha sido "excelente".

Estos trabajos han consistido en la limpieza de las pinturas que decoran todo el templo y, sobre todo, en eliminar las constantes humedades presentes en el suelo y las paredes, debido a que se encuentra en las proximidades del cauce del río Ebro, por lo que Ramón ha valorado que las obras se hayan desarrollado rápidamente -unos dos años de duración- teniendo en cuenta la complicación que tenían las mismas.