En su última carta pastoral, que titula "Okupar la educación", el obispo, que se muestra de acuerdo con el rechazo de la Conferencia Episcopal Española a la nueva asignatura, afirma que decisiones como éstas "parecen empeñadas en legislar, no desde el bien común del pueblo al que sirven, sino desde la ideología de partido para sus intereses particulares".

En la pastoral, que se distribuirá el próximo domingo en las iglesias oscenses, afirma que la asignatura supone una "verdadera manipulación de la ciudadanía a corto y medio plazo", que se dirige más a "domesticar" y a "manipular" a las personas que a favorecer una educación "en libertad".

"Una generación domesticada -añade- es una generación manipulada, con enormes beneficios para el diseño ideológico de quienes votarán como electores la única sociedad para la que les predeterminaron. Es una educación okupada, como si alguien con inconfesados intereses se propusiese invadir y adueñarse de un ámbito que no le corresponde".

Señala el obispo que el Estado "no puede suplantar a la sociedad como educador de la conciencia moral", sino que "debe promover y garantizar el derecho a la educación por aquellos a quienes les corresponde, en el marco de un ordenamiento democrático respetuoso de la libertad de conciencia y del pluralismo social".

Sanz considera que "hubiera sido aceptable e, incluso, tal vez, deseable" la implantación de una asignatura dirigida a la explicación del ordenamiento constitucional español o de las declaraciones universales de los derechos humanos.

Subraya que la "gravedad" de la situación creada por el Gobierno "no permite posturas pasivas ni acomodaticias", por lo que recuerda a los padres que "se puede recurrir a todos los medios legítimos para defender la libertad de conciencia y de enseñanza, que es lo que está en juego".

El contenido de la pastoral fue criticado hoy por la concejal de IU en el Ayuntamiento de Huesca, Trinidad Rincón, quien instó al Gobierno a responder de forma "firme" a los "ataques, amenazas y falsedades" de la Iglesia al proyecto de Educación para la Ciudadanía y en concreto a las críticas del obispo oscense.