El antiguo asilo de San Julián de Teruel, que se va a transformar en el conservatorio de música de la ciudad, solo conservará la fachada tras la rehabilitación. El mal estado de varios de los elementos que inicialmente se pretendían conservar, como uno de los pabellones y la capilla, obliga a modificar el proyecto y, por lo tanto, a incrementar el presupuesto.

«A efectos prácticos no significa que se vaya a retrasar la obra, seguirá adelante por su curso y los sobrecostes están dentro de los límites que ya estaban previstos», declaró ayer la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, a la Cadena Ser. «Estas modificaciones no suponen ninguna sorpresa y además no será la única modificación que haya que realizar», añadió.

La primera edila también señaló que el pliego de condiciones de la licitación de la obra preveía un incremento máximo del 7,5%, por lo tanto «no existen dificultades para asumirlo», confirmó.

Las obras continuarán estos días y se ocuparán del derribo de todo el edificio del que solo quedará la fachada. Se trata del único elemento que formará parte del edificio porque es un ejemplo de la obra de estilo modernista del arquitecto Pablo Monguió.