De nuevo el sonido de los cláxones regresaba al centro de Zaragoza de la mano de unas obras en la calzada en puntos sensibles por la intensidad del tráfico que habitualmente soportan. Aunque ya estaba avisado, los trabajos de reasfaltado en la confluencia del paseo Sagasta y el inicio del de Constitución, acabó generando largas filas de coches, rectenciones importantes durante buena parte de la jornada y el malestar de casi todos los conductores que se aproximaban al paso por la plaza Paraíso.

En esta y otras vías que desembocan en ella, se dejaron notar los efectos de un estrechamiento de la calzada que convertía en cuello de botella Sagasta y en una calle con un solo carril el paseo Constitución, en ambos sentidos de la marcha y con un buen número de usuarios despistados que se enteraron de las obras al llegar a la zona cero del conflicto.

Se trataba del arranque de unos trabajos que, si no hay imprevistos, se prolongarán hasta mañana todavía y que hoy afrontan una nueva afección, la de desviar cuatro líneas de bus urbano para evitar que pasen por esta zona en obras. Ni el 25, ni el 30, ni el 32 ni el 51 pasarán hoy por Constitución, ya que la zona donde se desarrollan hoy las labores de reasfaltado impiden, por la estrechez del carril habilitado, el paso de estos vehículos.

Ayer todavía podían prestar el servicio en el itinerario habitual, pero hoy serán derivados hacia el Coso e Independencia para sortear los trabajos de la infraestructura. Quizá 24 horas después las molestias sean menos porque haya más conductores que elijan un recorrido alternativo.