Las obras de estabilización del cerro Pui Pinos de Alcañiz (Teruel), donde se produjo un desprendimiento que afectó a varias casas hace más de un año, incluirán la retirada de un tramo de la antigua muralla que luego se volverá a colocar en su lugar, según ha anunciado el Ayuntamiento.

La Comisión Provincial de Protección Cultural de Teruel ha dado el visto bueno a esta actuación, según indica el Consistorio alcañizano en un comunicado, ya que los informes determinan que los restos arqueológicos impiden la continuidad de los trabajos tal y como estaban previstos.

Por ello, se ha planteado la retirada de esos restos de muralla para su posterior colocación en el mismo emplazamiento, una vez finalizadas las obras de emergencia, indican en la nota.

De este manera es posible continuar con "esta importante actuación de emergencia para garantizar la seguridad de los vecinos" ha señalado en el comunicado el alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Graia Suso, y una vez finalizada, se restituirán los restos "para que puedan ser puestos en valor por su relevancia histórica".

El informe geológico redactado insiste en el riesgo que existe en la ladera y concretamente en el ámbito de aparición de los restos arqueológicos. Por ello, Gracia Suso ha subrayado que la "prioridad" va a ser "la seguridad de los vecinos de Alcañiz".

Por otro lado, ante la posible conclusión de las obras de emergencia durante el primer trimestre de 2019, los técnicos municipales han informado sobre la urgencia de licitar de manera inmediata el proyecto del vial y tratamiento paisajístico que conectará la Ronda de Teruel con la Glorieta de Valencia, para que una vez finalizadas las obras de emergencia se pudieran iniciar los trabajos de la conexión.

La solución elegida por todos los grupos políticos que asistieron a la comisión, aseguran en el comunicado, plantea una conexión con el Barrio de Santiago y el futuro parking de la Glorieta de Valencia con un "menor impacto paisajístico y menor pendiente" que otras soluciones, lo que permitiría, aseguran, reconstruir la muralla en el mismo sitio en el que se encuentra aunque es la opción económicamente más costosa.

Con esta solución se daría vía libre además a la posibilidad de ejecutar un parking subterráneo en la Glorieta de Valencia, lo que va generar, en palabras del alcalde, "una mayor fluidez del tráfico".