Desde escribir miles de cartas para atraer industria al municipio hasta ponerse los guantes para arreglar una avería que ha dejado sin agua a los vecinos. La política en el medio rural tiene poco que ver con la política de sillón de los altos cargos. "Su función se asimila más a la de un alguacil que a la de un presidente de gobierno", asegura Joaquín Serrano, alcalde de Vistabella, un pueblo de 43 habitantes donde ha tenido que hacer de "todo" desde su cargo de primer edil.

Los alcaldes representan, contrariamente a los que se piensa, la "verdadera política de altura", aseguró el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Javier Lambán, en el transcurso del homenaje que esta institución le rindió ayer a los ocho alcaldes que se han mantenido ininterrumpidamente al frente de un consistorio zaragozano durante sus venticinco años de vida democrática.

Para ellos fueron las ocho Medallas de Planta Santa Isabel 2004, entregadas por la noche de ayer en la plaza de toros de La Misericordia durante la tradicional cena de alcaldes que la DPZ organiza anualmente. El reconocimiento más emotivo fue para Gregorio Muel, el decano de los ediles aragoneses, que falleció el pasado 23 de mayo. El presidente de la diputación puso a Muel como ejemplo de la humildad que conlleva este cargo: "Era la primera distinción que iba a recibir después de 33 años al frente del ayuntamiento de Castejón de Alarba", explicó.

"La progresión del medio rural en Zaragoza --y por extensión en España-- la han protagonizado precisamente los ayuntamientos", explicó Lambán para ensalzar la función del alcalde.

Políticos de cercanía

"El alcalde se debe más a sus vecinos que a las ideologías políticas", asegura Antonio Catalán, alcalde de Alforque actualmente por el PSOE. En sus ventisiete años al frente del gobierno municipal ha representado a UCD, PAR PSOE, y --asegura-- "volvería a cambiarme si ello repercutiera en algún beneficio para su pueblo".

Reconoce sin tapujos que la última vez que mudo de chaqueta, lo hizo a cambio de los " kilómetros de carretera que le ofreció el PSOE", los que unen Alforge con Alborque, hoy asfaltada. Esmeraldo Marzo, con veintinueve años al frente de Mainar, es el más veterano en activo. La explicación, que conserva."la misma ilusión del primer día", tal como asegura. Martín Llanas, alcalde de Epila, fue pionero en crear un polígono industrial en el medio rural para recuperar "la deprimida situación económica por la que pasaba el municipio" cuando accedió al cargo.

José Antonio Martínez, sensibilizado con las dificultades que conlleva una minusvalía, ha hecho de los servicios sociales una de las banderas de Castiliscar. Gregorio Benedí, que ha gobernado en Plasencia de Jalón tres legislaturas con listas únicas, asegura que es necesaria la existencia de la oposición. Por último, Daniel Salinas, un histórico del PAR, ha conseguido al final que su pueblo, Sigüés, no quede sumergido bajo la cota máxima del embalse de Yesa.