Dos observadores del Ejército chileno acompañarán a la Séptima Fuerza Española en Afganistán (ASPFOR VII), que ayer fue despedida oficialmente en la capital aragonesa, en la sede del Regimiento de Ferrocarriles número 13.

Los observadores estudiarán sobre el terreno las posibilidades de que su país pueda ampliar su presencia e implicación en la posguerra afgana. Ambos militares suramericanos obtendrán información de primera mano sobre la misión de ASPFOR en el país asiático, consistente en labores de reconstrucción, así como colaborar en el reparto de ayuda humanitaria, dentro de la zona de operaciones de la Fuerza Internacional de Asistencia y Seguridad (ISAF) organizada por la OTAN.

"Nuestro cometido será garantizar las condiciones que hagan posible una transición política que permita el desarrollo económico del país", en palabras del teniente coronel Jesús Viñas, máximo responsable del contingente, que está compuesto por un total de 118 efectivos, de los que 16 son mujeres.

Las dificultades con las que se enfrenta Afganistán han obligado a prolongar por espacio de cuatro meses la presencia española en el país, que tras aprobar una Constitución pronto celebrará comicios para elegir un Gobierno democrático.

El contingente viajará en avión Hércules del Ejército español hasta Kabul en dos tandas que partirán de Zaragoza mañana y el día 20 de enero. Una vez en Afganistán, relevará a la Unidad de Pontoneros de Monzalbarba (Zaragoza), que ha permanecido los últimos cuatro meses en el país y que emprenderá el regreso a Aragón el día 21.

El acto de despedida estuvo presidido por el general de brigada Julio de Peñaranda, jefe del Mando de Ingenieros, que elogió la "experiencia" de los expedicionarios.