Francisco Berney tiene 26 años, es suizo pero reside en Argentina, y ha venido a vivir a Zaragoza gracias a una beca para hacer las prácticas clínicas del último año de Medicina. Lleva una semana en la capital buscando una habitación. «Los pisos que vi cuestan 600 o 700 euros y a mí me interesa la idea de vivir con otros estudiantes de intercambio, personas de otros países. Me parece divertido hacer esa vida hogareña con gente de confianza. Ya he hecho otros intercambios antes y es lo que más me divierte», expone.

Berney comenta que le está siendo complicado encontrar porque cree que quedan pocos pisos con una óptima relación de calidad y precio. «Algunos anuncios son engañosos, o bien era otro precio al que se indicaba o tenía una tasa de inmobiliaria. También las fotos mienten, no se corresponden con la realidad», añade. Le gusta conocer antes a la gente con la que puede llegar a vivir y ahora está a la espera de que unos jóvenes le digan si le aceptan en su piso o no, porque están evaluando a más personas. Cree que sí que hay bastante oferta en Zaragoza, con habitaciones de todos los precios, y que no hay problema en encontrar.

Sara Anés tiene 27 años y también busca habitación en la capital porque está estudiando y trabajando, y comenta que no puede permitirse económicamente un piso entero, y más en la zona de Actur, donde lo busca. «Al pagar los estudios y trabajar a media jornada no me da para tanto», explica. Ella es de Ejea de los Caballeros, adonde viaja todos los días en coche, gastando 20 euros de gasolina, «en realidad podría estar en Zaragoza en una habitación, pero no encuentro lo que quiero».

Lleva buscando desde septiembre e indica que «hay bastante oferta, pero de diez contactos con los que hablo a la semana, tres o cuatro son engaños, ponen una oferta y al interesarte te dicen que ya está alquilada y te enseñan otra diferente o cambian el precio». Ella busca compañeros de su edad y que estudien o trabajen. Asegura que «los precios rondan casi los 300 euros y muchos no incluyen gastos». «Hay pisos con habitaciones muy pequeñas, muebles viejos y cutres, creo que piden demasiado. El problema que tengo es que la mayoría de habitaciones son la que sobra en el piso y siempre es la peor. A lo mejor pagas lo mismo que otras personas que están ya en el piso en otra habitación más grande. No encuentro una confortable a un buen precio», relata.

Joana Silva tiene 24 años, es de Huesca, estudia la oposición de gestión procesal y trabaja. Actualmente está buscando habitación en Zaragoza porque «debido a cuestiones de trabajo y estudios estoy en Zaragoza, y prefiero habitación en vez de piso porque es más económico». Asegura que los alojamientos del estilo que ella busca rondan todas los 250 euros o más. Considera que «no es complicado encontrar habitaciones compartidas, la oferta va cambiando según la época del año». «En enero, febrero, agosto y septiembre, cuando empiezan los respectivos cuatrimestres en la universidad, es cuando más oferta hay», afirma.