La nueva señalización del interior de Zaragoza ha convertido en una pequeña odisea encontrar la salida de Pamplona, que antes estaba claramente indicada en el paseo de María Agustín. Además, lo más curioso es que los carteles sucesivos que informan sobre la dirección de la capital Navarra silencian el tramo de carretera que pasa tras la estación del AVE y llevan a los conductores a dar un largo rodeo por la avenida de Navarra, donde conectan con la autovía de Logroño. De la autopista AP-68, la salida más rápida y segura, no figura ninguna mención en relación a Pamplona.

El ramal de acceso al cuarto cinturón desde Montecanal y Valdespartera, que lleva mucho tiempo afectado por distintas obras, ni siquiera está señalizado a la altura de la avenida de Gómez Laguna. El hecho de que nunca haya funcionado a pleno rendimiento y también su doble titularidad (municipal y estatal) pueden haberlo privado de la publicidad que precisa. Esta salida, que correctamente señalizada descongestionaría notablemente la Ronda Norte, se halla infrautilizada. En flagrante contraste con la proliferación de carteles en las vías del extrarradio, la inexistencia del ramal de entrada y salida del cuarto cinturón o Z-40 en la señalización viaria lo condena al desconocimiento general y lo convierte en un atajo sólo para iniciados. Es una especie de dirección prohibida para la mayoría de usuarios.