Los militantes del PP de Zaragoza capital recibirán hoy sendas cartas de Gustavo Alcalde y José Atarés instándolos a participar en la elección de compromisarios al congreso regional del partido y pidiéndoles el voto. El presidente del PP aragonés y el del partido en la provincia --enfrentados por el poder-- han quemado así su último cartucho para una jornada que será decisiva, pues dejará ver cómo está el reparto de fuerzas a menos de un mes del cónclave.

Alcalde anunció a principios de mes su intención de presentarse a la reelección en el congreso del 20 de noviembre. Atarés afirmó esta semana que competirá por ese puesto si gana en Zaragoza las elecciones a compromisario. El enfrentamiento entre ambos sectores --la dirección regional y la provincial zaragozana-- se gestó hace meses, pero se ha radicalizado en los últimos días.

Ambos ya enviaron cartas a los afiliados explicando sus razones. Pero han decidido hacer un esfuerzo final, centrado exclusivamente en la capital aragonesa, donde están en juego 136 compromisarios claves.

Sin perder las formas, las nuevas misivas son un ataque de un sector al otro: la de Alcalde alude a "algunos responsables" del partido que tratan "de generar el máximo clima de confusión, bien con el anuncio de candidaturas virtuales, como con acusaciones de juego sucio". La del presidente provincial denuncia que algunos "sectores del partido han iniciado una campaña de descalificaciones personales a través de los teléfonos móviles", prácticas "muy alejadas de los comportamientos éticos y democráticos" que defiende el partido.

Ambos sectores incluyen en el envío la papeleta con los nombres de sus compromisarios y hacen hincapié en la necesidad de acudir a votar en la jornada de hoy. Atarés señala que si tiene respaldo optará a la presidencia regional. Alcalde recuerda que tiene el apoyo de las cúpulas del PP de Huesca y de Teruel.

Las partes enfrentadas viven con nervios las horas previas a la cita con las urnas. El presidente regional celebró anoche una cena con militantes a la que asistieron 350 personas, según fuentes de su equipo.