Los meses de julio y agosto han resultado especialmente negativos para muchos vecinos de Calatorao que han sufrido los efectos de una banda de delincuentes que se ha cebado con la población. Las viviendas de la calle Ronda Prolongación son las más afectadas, por lo que los vecinos han empezado a tomar medidas de protección para las mismas elevando el vallado perimetral, instalando alarmas o tomando precauciones que antes no realizaban, sobre todo no dejar las viviendas solas.

Los hechos han provocado una onda preocupación en la población ante la impunidad con la que están actuando los delincuentes. "Nos sentimos vigilados --afirman-- parece que conocen nuestros pasos y al menor descuido aprovechan para entrar en nuestras casas". Es una sensación generalizada en todos los afectados por los robos y que está calando en el resto de vecinos, que no dudan en señalar que hay gente viviendo en Calatorao que realiza el control de los movimientos de los vecinos y les permite realizar los asaltos con total impunidad.

El acceso a viviendas se ha producido en pleno día, en una casa frente a un centro comercial y a la orilla de la carretera que atraviesa el municipio en plenas fiestas patronales. Otros vecinos han recibido la visita de los ladrones mientras dormían después de que estos se hicieran paso entre las protecciones físicas de gran altura de su vivienda. Otros se han encontrado desvalijada la casa y han debido volver de sus vacaciones tras el aviso de un familiar.

En esta misma zona ya se produjeron robos hace unos meses, pero la calle Ronda Prolongación no es la única zona afectada por los robos, viviendas situadas en las zonas limítrofes del casco urbano están siendo asaltadas sin ningún miramiento. Incluso la casa del alcalde.