El desarrollo sostenible debe defenderse desde el medio rural y ahí está uno de sus mejores aliados para conseguir los objetivos que se marca la Agenda 2030. Con este mensaje, el autobús de la repoblación llegó este fin de semana a la localidad turolense de Oliete, que por segundo año consecutivo es una de las paradas de la ruta de este vehículo por medio centenar de pueblos de la España rural.

En Oliete, los promotores de Apadrina un Olivo (apadrinaunolivo.org) han sido los anfitriones de la iniciativa, que persigue concienciar de la importancia de mantener la vida en los pueblos. Y, este año, con el compromiso de lograr un desarrollo sostenible mientras se conserva la actividad social y económica en ellos.

Los impulsores de Presura, la feria nacional para la repoblación de la España rural, desde Soria, recorren también en bus los distintos pueblos de la gira, pese al impacto del coronavirus. Han adaptado el programa a las medidas de seguridad y aforos que impone el covid-19, y han compartido los contenidos a través de internet. La gira del autobús de la repoblación ofrece un programa de coloquios, que este año versó sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Oliete. «Hay objetivos de la Agenda 2030 que pueden ayudar a generar un impacto positivo en el medio rural», señaló Alberto Alfonso, cofundador de Apadrina un olivo, que celebró la llegada del bus por segundo año consecutivo. «Tenemos dos días para actuar, porque si no, los pueblos se nos mueren», alertó.

CULTURA Y PATRIMONIO

Alfonso considera que «la cultura y el patrimonio de los pueblos puede generar un impacto positivo en el medio rural. Hay que valorar la calidad de vida, la calidad alimentaria y sacar el orgullo rural», manifestó. De hecho, abogan por trasladar estos mensajes a los más pequeños, a través de programas educativos en los que se muestre que en los pueblos también se puede desarrollar un proyecto vital. «Tenemos un programa educativo para explicar a los chavales que pueden ser emprendedores rurales», indicó.

El ejemplo de Apadrina un olivo es prueba de ello. Desde su puesta en marcha, Oliete recibe 3.000 visitas cada año y se han recuperado 10.000 olivos centenarios. «Hemos salvado el colegio, se mantienen las tiendas y se generan actividades para que sea atractivo quedarse», señaló Alfonso. Uno de los punto de interés, el cerro y la sima de San Pedro, fue otro de los escenarios del programa de la visita del bus de la repoblación, con medio centenar de asistentes en grupos de 10.