La carretera que da entrada a la pequeña localidad de Oliván, en el término municipal de Biescas de la provincia de Huesca, está resultando ser un foco de polémica entre los vecinos de la localidad. Los ciudadanos han presentado sus quejas contra el proyecto de mejora y ampliación de la carretera de acceso a la localidad, presupuestado en un millón de euros, por falta de transparencia en su gestación y por considerar la obra «desproporcionada» y «sobredimensionada».

Los afectados, que ya rechazaron el proyecto cuando se presentó por primera vez hace dos años, denuncian que en una reunión del Ayuntamiento de Biescas se presentó «una lista informal de supuestos vecinos a favor del proyecto y con la pretensión de que fuera vinculante», resultado de una convocatoria previa «informal» a la que no se habían convocado a todos los propietarios afectados.

El hecho de que parte de los vecinos no tuvieran ningún tipo de información previa (de planos, expropiaciones, situación administrativa en la que se encuentra el proyecto...) y que los ausentes no pudieron presentar voto delegado ha llevado a que aproximadamente el 50% hayan alegado en contra de la carretera. Asimismo, los ciudadanos de este municipio oscense critican que desconocen los intereses reales de la reforma viaria, y por ello se posicionan en contra.

Según explica la alcaldesa de Biescas, Nuria Pargada, «la carretera de Oliván entra en las obras de mejorar de vías de la DPH y hace unos años que ya se hizo una petición desde el ayuntamiento de que se necesitaba mejorar el trazado». El problema radica en que esa reforma afectaría a campos particulares y, por tanto, habría que «expropiar tierras». Por ello, señala Pargada, en enero se convocó a los vecinos para conocer su opinión, «y entonces estaban más a favor». «Después de eso han llegado alegaciones de vecinos que no están de acuerdo, pero no está todo definido», apunta. Y ahí está la clave.

Sobre la ejecución de la obra tiene que llegar una modificación de la DPH y cuando llegue «se enseñará a todos los vecinos para ver si están de acuerdo». «Tenemos que mirar el beneficio de todos los vecinos que por eso somos el ayuntamiento. Si los vecinos están de acuerdo porque consideran que tiene beneficios tiraremos adelante, si votan en contra, no la llevaremos a cabo», apostilla Pargada.