El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Ricardo Oliván, explicó ayer en el pleno de las Cortes de Aragón que a pesar de la trama de exportación ilegal de medicamentos en 15 farmacias de la comunidad podía provocar problemas de desabastecimiento, los usuarios podían estar tranquilos. Y ello porque a pesar del fraude cometido que está bajo investigación policial, los profesionales aragoneses podían prescribir fármacos con los mismos principios activos o incluso preparar fórmulas magistrales para reemplazar las marcas que, en un momento dado, dejaran de estar en las farmacias afectadas.

El consejero respondió así a una solicitud de comparecencia reclamada por el diputado del PSOE Eduardo Alonso, quien reprochó en su intervención que el Gobierno aragonés hubiera "tardado tanto tiempo" en reaccionar y aprovechó para criticar al Ejecutivo por su política farmacéutica, al aplicar el copago y no satisfacer ni a usuarios ni a boticarios.

Oliván solo habló de la operación Pharmakon, ya que es la única de la que se ha levantado el sumario y que afecta a la farmacia de Palomar de Arroyos. Su titular ha provocado un perjuicio a las arcas públicas de 139.000 euros, indicó el consejero, quien indicó que el Salud tuvo conocimiento hace un año a raíz de un usuario al que no se le dispensó un medicamento tras asegurarle que ya se le había suministrado. Tras la investigación del Salud, se concluyó que en ese establecimiento hubo 190 recetas que no se habían dado a los usuarios.

El titular de Sanidad indicó que los perjuicios fueron la falta de garantía de control de seguridad en los medicamentos que se han exportado, el desabastecimiento, el fraude fiscal, la afección a los precios que establece el ministerio en su negociación con los laboratorios y la defraudación al Salud.