La integración en el Salud de los cuatro centros que conforman el Consorcio Aragonés de Alta Resolución (Casar) tendrá que esperar. El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Ricardo Oliván, aseguró ayer en el Pleno de las Cortes que se va a tomar "el tiempo que sea necesario" hasta tomar una decisión definitiva para la integración de los 467 trabajadores en el Salud. "El proceso es fácil de decir, pero muy difícil de realizar porque, la integración tiene que ser justa y tener encaje legal. Quiero aplicar el sentido común y estudiar la situación, así que voy a esperar antes que tomar decisiones equivocadas y que no sean las acertadas", explicó Oliván.

La consejería, que tomó la decisión de integrar el Casar en el Salud en el 2011 "después de comprobar que no habían cumplido los objetivos por los que se creó el consorcio", tenía previsto el fin del proceso en el 2014, aunque por el momento todavía se está negociando con la Dirección General de Función Pública la regulación de los contratos de los profesionales. Carmen Martínez (CHA) apuntó que la baja actividad de los centros del consorcio "se debe a la mala gestión". Antonio Ruspira, del PAR, instó a Oliván a que tome la decisión sobre la integración laboral "cuanto antes". Patricia Luquin (IU) apuntó que "falta información y transparencia" sobre el proceso. El socialista Eduardo Alonso defendió "los beneficios" del consorcio para los habitantes de las cuatro comarcas.