El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, ha reconocido hoy que el problema que afecta al sector de la fruta es estructural fundamentalmente por la falta de inversión en acciones comerciales, al tiempo que ha advertido que no existen soluciones inmediatas ni unánimes.

Así se ha pronunciado con motivo de la reunión que ha mantenido hoy con los representantes de los fruticultores, a quienes ha garantizado que defenderá "las soluciones que considere el sector que se deben tomar", pero con la advertencia de que "si no son las correctas, nos jugamos la explotación familiar".

Los asistentes a la reunión han analizado las conclusiones de las mesas de trabajo organizadas por el departamento a lo largo del mes de octubre y en las que varios expertos aportaron su punto de vista sobre la crisis de precios que han vivido los productores de fruta dulce el pasado verano, informan fuentes del Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

Para Olona, el problema radica en la existencia de un déficit de estructuras comerciales debido, en parte, a que de los 12 o 13 millones anuales de los programas operativos de las organizaciones de productores (OP) la cantidad destinada a acciones comerciales es prácticamente nula.

"No nos debería extrañar tanto -afirma- que tengamos dificultades comerciales cuando no estamos invirtiendo en nuestra estructura comercial".

En este sentido, señala que el dinero de las OP se ha destinado fundamentalmente para invertir en la producción y en la mejora de las centrales hortofrutícolas y que hay que cambiar está dinámica para que las organizaciones de productores "se orienten a aquello para lo que fueron creadas por la Unión Europea: mejorar la comercialización, no la producción".

Otro gran problema, ha indicado, es que la mitad de la producción no esté integrada en estas organizaciones, lo que es "un dato indicativo de la falta de organización del sector".

Olona ha anunciado que la intención del Departamento es que a final de año haya un plan de acción para el sector.

El documento que tanto el consejero como el director general de Producción Agraria, José María Salamero, han puesto sobre la mesa contiene una decena de conclusiones principales extraídas de las recomendaciones de expertos en fruticultura, legislación europea, márquetin, comercio y otras disciplinas relacionadas con la producción y el comercio de fruta.

Un decálogo que incide en la necesidad de un debate autocrítico desde el propio sector; en que la solución a la situación está en el mismo sector de la fruta de hueso, no en la Administración Pública; en que es el sector el que tiene que autogestionarse, que ve "imprescindible" tener datos del aforo de producción y de la oferta y "fundamental" establecer contratos de compra-venta en la fruta.

Otros de los objetivos son la necesidad del sector productor y de la industria de hacerse respetar en los mercados; establecer herramientas propias de control para las crisis; que el problema no es el precio sino la calidad; definir estrategias conjuntas de mercado y crear marcas y comunicarlas bien, vinculándolas a productos de calidad.