El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, cree que la solución a los problemas del sector hortofrutícola no pasa por la retirada de producto "ni mucho menos" por la destrucción, y sí por la diversificación de mercados y por una reforma de la PAC apoyada en la renta.

Así lo ha asegurado en respuesta a una interpelación que le ha formulado en el Pleno de las Cortes el diputado de Podemos Nacho Escartín sobre las medidas que apoya el ejecutivo autonómico ante la crisis de este sector, debida al veto ruso.

El consejero también ha contestado a una pregunta al respecto formulada por el diputado popular Ramón Celma, a quien ha detallado que este Gobierno, con fondos propios o cofinanciados, ha destinado al sector 88,9 millones de euros, de los que 44 han estado dedicados especialmente a combatir la última crisis.

Así, se han distribuido 6,59 millones para inversiones en la producción y otros 33 para inversiones dentro de los programas operativos de las organizaciones de productores; 490.000 euros para financiar la asistencia a las ferias de Madrid y Berlín (las más importantes del mundo para el sector); 9,37 millones a la retirada de fruta; 930.000 euros a intereses de préstamos, y 32 millones a subvenciones para contratación de seguros.

Para el consejero, uno de los problemas es que la PAC no favorece las explotaciones familiares, y por eso su "empeño" en modificarla para que se centre en la mejora de la renta de los agricultores y no en la agricultura corporativa, que termina siempre generando una actividad basada en la bajada de salarios.

Otro es la "escasa participación" de los productores en el capital y en la toma de decisiones de las empresas hortofrutícolas.

Sin embargo, Olona ha dicho que no cree en la regulación de los precios de mercado, porque es una práctica ineficaz e "injusta", en tanto en cuanto favorece a quien más producción tiene.

La clave, a su juicio, está en abrir nuevos mercados de proximidad pero también de lejanía.

Escartín, por su parte, ha pedido planes de reconversión varietal para rejuvenecer las plantaciones, ampliar el cupo de retirada ante el veto ruso, evitar la especulación en la cadena alimentaria con más control de los etiquetados, condonar las deudas de la Seguridad Social a los productores afectados, establecer moratorias en el pago de préstamos y plantearse la posibilidad de arrancar "de forma progresiva".

Por su parte, Celma ha pedido el impulso a una marca de calidad única para los productos aragoneses, para mejorar su comercialización, y trabajar por la fusión de cooperativas, algo que Olona está impulsando pero que, según ha recordado el consejero, depende de que los productores crean en ello y tomen la decisión de hacerlo.