El actual cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, podría ser el próximo responsable de la Conferencia Episcopal si se cumplen las quinielas y apuestas que se comentan desde hace tiempo y que últimamente se han difundido en varios boletines eclesiásticos y otros medios como El Mundo.

Sin embargo, a pesar de que algunas fuentes lo sitúan como el favorito para el cargo tanto para el Gobierno de España como para el Vaticano, el turolense prefiere evitar cualquier tipo de valoración al respecto. «Todos somos susceptibles de ser elegidos», señaló al respecto.

La Conferencia Episcopal Española celebra del 2 al 6 de marzo una sesión plenaria en la que se elegirá al sustituto del cardenal Ricardo Blázquez, que ya lleva seis años al mando de los mitrados y que renuncia por motivos de edad. La promoción de Omella desde el Vaticano con la llegada del papa Francisco se considera uno de los motivos principales por lo que podría ser elegido como sucesor. Además, en los últimos años ha ejercido como mediador extraoficial con el independentismo catalán gracias a su perfil conciliador.

Omella, natural de Cretas, se formó en el Seminario de Zaragoza y fue obispo auxiliar de la ciudad desde 1996 hasta 1999, cuando fue nombrado obispo de Barbastro-Monzón. Tras ocupar la sede de Calahorra y La Calzada-Logroño, en el 2015 pasó a ser arzobispo de Barcelona y en el 2017 fue ordenado cardenal por el Papa Francisco. Desde entonces también ha sido nombrado miembro de la Congregación de Obispos, el órgano en el que se deciden los nombramientos episcopales.

«Solo pienso en trabajar al servicio de la Iglesia y de la sociedad», indicó ayer en declaraciones a este diario a la hora de rechazar cualquier valoración sobre estas noticias que lo sitúan como el hombre fuerte de Francisco en España. Además, recordó que la elección de la cúpula de la Conferencia Episcopal no se parece a una elección interna de un partido político, pues no se realiza ningún tipo de campaña. «En el ámbito eclesiástico un proceso así no genera ningún problema», señaló.

«Total tranquilidad»

Omella asegura que afronta el proceso «con total tranquilidad» y rechaza también valorar sobre el rumbo político que debería tomar un organismo como la Conferencia Episcopal de cara a debates como la aprobación de la ley de la eutanasia, la revisión de las inmatriculaciones y el Concordato, o los conciertos educativos o la relación con Cataluña. En la diócesis en la que se encuentra ejerciendo en la actualidad se le considera «dialogante», incluso con las formaciones independentistas.

La elección de los obispos españoles todavía está abierta a pesar de la buena posición de salida en la que se encuentra Omella. Al frente, según El Mundo, se puede encontrar al arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes (favorito de los seguidores de Rouco Varela) o el vicepresidente de la institución, Antonio Cañizares.