El Ayuntamiento de Zaragoza abrirá a la participación ciudadana la elaboración del proyecto urbanístico de la plaza Miguel de Salamero. El consejero de Urbanismo y Equipamientos, Víctor Serrano, anunció este miércoles la puesta en marcha de este proceso pero advirtió que no quiere que esto conlleve una demora de la actuación, que se acometerá a raíz del hundimiento parcial de la techumbre del aparcamiento subterráneo de la zona. Una vez conocida la realidad de la estructura y las posibles soluciones, comenzará la preparación del anteproyecto para remodelar este espacio, un documento que esperan tener listo en octubre con el horizonte de que antes de final de año haya un plan definitivo para poder iniciar las obras.

El consistorio quiere recabar aportaciones de los vecinos, pero ya tiene en la cabeza las líneas maestras de cómo quiere que sea la actuación. El equipo de Urbanismo que dirige Víctor Serrano apuesta por que se convierta en la primera supermanzana de Zaragoza, lo que supondría peatonalizar la plaza y las calles que discurren desde ella hasta el Coso y César Augusto. El resultado será una gigantesca plaza diseñada por y para los peatones.

La fase previa para acometer este ambicioso plan son los trabajos de emergencia que se vienen realizando ante el riesgo de derrumbe de la solera. Dentro de este proceso, este miércoles comenzó el trasplante de los once olivos de gran porte que hay en la plaza, que están siendo retirados siguiendo el protocolo que marcan las normas de jardinería y paisajismo de grandes ejemplares.

PENDIENTES DE LOS INFORMES TÉCNICOS

La retirada de estos árboles, que pesan hasta tres toneladas con el cepellón, es necesaria para aligerar el peso sobre el aparcamiento subterráneo. Las tareas se han dividido en tres fases en esta semana: primero, la poda y preparación de los ejemplares, después, el traslado y el trasplante en un vivero (Viveros Jara). Estos trabajos se han tenido que acompasar con las obras de vaciado de la plaza. «Es un transplante complicado, que conlleva muchos esfuerzos y medios que no hemos escatimado», explicó Serrano durante una visita a la zona.

Ante la necesidad técnica de retirar los árboles, Urbanismo solicitó un informe específico al área municipal de Parques y Jardines para salvar el mayor número posible. En dicho análisis se concluía que los únicos ejemplares susceptibles de ser trasplantados y con valor paisajístico eran los once olivos y había que esperar hasta el momento oportuno, que era la segunda mitad de agosto. “Es un transplante complicado, conlleva muchos y esfuerzos medios que no hemos escatimado”, explicó Serrano.

El consistorio va a seguir trabajando hasta final de mes en el reforzamiento estructural del aparcamiento. «La plaza no se nos va a hundir ya», sentenció el consejero de Urbanismo, que pidió «paciencia» a los vecinos por los trastornos de las obras, pero prometió que «pronto habrá un entorno urbano mucho mejor».

Sobre cómo será la reforma de la plaza, avanzó que habrá que hacer compatible la remodelación con el hecho de que debajo hay un párking. «Queremos ir a un entorno en el que haya un cambio y una peatonalización potente», explicó. «Serán los informes técnicos los que marquen el camino», agregó. A partir de ahora también se podrá cerrar un plan de ensayos con el objetivo de conocer las causas del hundimiento y concretar de quién es la responsabilidad.

PODEMOS ESTUDIA IR A LOS TRIBUNALES POR LA ELIMINACIÓN DE ÁRBOLES

Por su parte, Podemos anunció este miércoles que se reserva el derecho de acudir a los tribunales por incumplimiento de varios artículos de la ordenanza municipal de protección del arbolado urbano que a su juicio se ha cometido en las obras de emergencia que está llevando a cabo el ayuntamiento en la plaza Salamero. «Numerosos ejemplares de moreras, álamos o cipreses ya han sido eliminados», aseguró Rivarés, quien llegó a encadenarse a un olivo el pasado 3 de agosto en protesta por ello. Desde el gobierno municipal PP-Cs calificaron de «esperpéntica» esta acción y recordaron que un informe del área de Parques y Jardines determinó que los «únicos ejemplares susceptibles de ser trasplantados y con valor paisajístico» eran once olivos.