La Guardia Civil ha dado por finalizada la operación Caballo de Troya, que ha permitido esclarecer 33 robos con fuerza perpetrados en la provincia de Zaragoza y que se ha saldado con la detención de dos personas.

Fuentes de la Guardia Civil apuntan en una nota que la operación se abrió en febrero, cuando dos personas fueron detenidas cuando circulaban por un camino en dirección a Épila.

En el vehículo transportaban varios objetos que, tras la investigación realizada, se comprobó que procedían de diversos robos ocurridos en diferentes localidades de la provincia de Zaragoza.

Después de las detenciones, la Guardia Civil registró sus domicilios en Épila, en los que los agentes hallaron numerosos objetos de los que los detenidos no pudieron justificar su procedencia lícita.

Los efectos trasladados a dependencias oficiales para realizar las correspondientes gestiones con el fin de localizar a sus legítimos propietarios.

Entre el material hallado había numerosas herramientas, motocicletas, ordenadores, escopetas de aire comprimido, cañas de pescar o prismáticos, que fueron devueltos a sus propietarios.

La operación finalizó el 8 de agosto y ha permitido resolver 33 delitos de robo cometidos en explotaciones agrícolas, casetas de campo y segundas viviendas ubicadas en las localidades de Aranda de Moncayo (5 robos), Jarque (6), La Almunia de Doña Godina (4), Calatorao (2), Épila (8), Salillas de Jalón (2), Rueda de Jalón (1), Urrea de Jalón (1), Borja (1) y Fuendejalón (3).

Los supuestos autores de los robos son dos varones, uno de ellos menor de edad, de nacionalidad española y vecinos de Épila.

La Guardia Civil recuerda la importancia de interponer denuncia tras un robo y acudir a reconocer después los efectos robados, puesto que así se consigue esclarecer los hechos e imputar a los supuestos autores la totalidad de los delitos, habiendo así una mayor posibilidad de su ingreso en prisión.